
El Museo Nacional de Historia Natural, del Instituto Smithsonian, es uno de los más afectados por el adoctrinamiento racial en la etapa de Biden
Trump ordena limpiar de adoctrinamiento el Instituto Smithsonian, la mayor red de museos de EE.UU.
La administración Trump busca que los museos estadounidenses instruyan al público y no lo adoctrinen, y que fomenten el orgullo nacional
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva con la que pretende cortar la financiación de aquellos programas del Instituto Smithsonian que, a su juicio, fomentan el «adoctrinamiento ideológico».
El Instituto Smithsonian, considerado el mayor conglomerado de museos, centros educativos e instituciones de investigación del mundo, cuenta con 21 museos y un zoológico, la mayoría situados en Washington D.C. Según Trump, esta red institucional habría promovido una visión que presenta «los valores estadounidenses y occidentales como intrínsecamente perjudiciales y opresivos», informó Efe.
La medida, en palabras del propio mandatario, busca contrarrestar la supuesta influencia de una «ideología divisiva y centrada en la raza» que, asegura, ha permeado en los últimos años las actividades del complejo museístico.
«El objetivo de los museos de la capital nacional debe ser el de instruir al público, no convertirse en herramientas de adoctrinamiento ideológico ni en plataformas para relatos que distorsionan nuestra historia común», afirmó el presidente.En consecuencia, señala Efe, la orden firmada prohíbe expresamente destinar fondos a iniciativas que, a su entender, «degraden los valores compartidos por los estadounidenses, fomenten la división racial o promuevan ideas contrarias a la ley y a la política federal».
Una de las disposiciones más controvertidas del decreto es la prohibición de que se reconozca a mujeres transgénero en el Museo de Historia de las Mujeres Americanas, que forma parte del complejo Smithsonian.
El vicepresidente, JD Vance, ha sido designado como el responsable de supervisar la implementación de estas directrices y de presentar a Trump las recomendaciones necesarias para llevar a cabo la orden en su totalidad, informó Efe.
La nueva normativa contempla también la revisión de monumentos públicos retirados o modificados desde enero de 2020, con el fin de detectar si tales acciones respondieron a una «reconstrucción falsa» de la historia de Estados Unidos.
En aquellos casos en los que se determine que la narrativa exhibida menosprecia «indebidamente» a figuras históricas –vivas o fallecidas–, se procederá a eliminar dichas descripciones o representaciones. La finalidad, indica el texto legal, será destacar en su lugar «la grandeza de los logros alcanzados» por los protagonistas de la historia nacional.
Este movimiento legislativo se produce en un contexto marcado por el debate sobre la memoria histórica en Estados Unidos, especialmente desde las protestas impulsadas por el movimiento Black Lives Matter en 2020.
Durante aquel periodo, numerosos monumentos erigidos en honor a líderes confederados fueron objeto de crítica y revisión, una tendencia que continuó durante la presidencia de Joe Biden.
De hecho, una de las decisiones más simbólicas de ese mandato fue el cambio de nombre de la base militar Fort Bragg –en honor a un general confederado– por el de Fort Liberty, en Carolina del Norte.
Con esta nueva orden ejecutiva, Trump busca revertir ese rumbo e imponer una narrativa histórica que, según sus palabras, recupere el orgullo nacional y proteja los símbolos de identidad del país.