El manuscrito original de 'El Principito' con dibujos de Saint Exupéry vuelve a Francia 75 años después
La exposición revela las acuarelas originales de El Principito y todo tipo de objetos de Antoine de Saint Exupéry
el Museo de Artes Decorativas de París dedica la mayor retrospectiva de la historia a El Principito de Antoine de Saint-Exupéry; una pequeña obra de arte que ha traspasado fronteras y cuyos dibujos originales pueden ser ahora vistos por primera vez.
La exposición, que abre sus puertas mañana, muestra más de 600 documentos relacionados con la historia publicada en 1943, aunque a Francia no llegó hasta 1946, después de la muerte del autor y piloto de la Resistencia francesa, que se estrelló en el Mediterráneo en 1944 en misteriosas circunstancias.
«Es la exposición más importante que se ha realizado porque en ella encontramos por primera vez en el mundo desde 1943 los dibujos originales de 'El Principito', vestido de majestad, con su bufanda amarilla; y por primera vez en Francia vemos el manuscrito original», ha desvelado el sobrino nieto del escritor, Olivier d'Agay.
Documentos de la infancia y de sus aventuras como aviador de la Resistencia
La muestra arranca con documentos de la infancia de Saint-Exupéry, nacido en el seno de una familia aristócrata de Lyon en 1900, e interesado desde pequeño por la escritura, el dibujo, y el mundo de la aviación.
Sus experiencias de piloto en el correo postal, con el que viajó por África y América Latina, junto a su trabajo como reportero serán el origen de novelas como Tierra de hombres: escrita a raíz del accidente que Saint-Exupéry sufrió en 1935 junto a su mecánico André Prévot, en un vuelo entre París y Saigón, quedando varios días atrapados en el desierto del Sahara, en la zona de Libia.
«Él decía que solo podía contar lo que había vivido, no podía hacer ficción. Así que escribía a partir de material vivido. En la segunda parte de su vida, más que un escritor fue un filósofo y El Principito bebe de su experiencia y sus reflexiones sobre la sociedad, la humanidad», señala su descendiente D'Agay, que se ha dedicado a llevar por el mundo la obra de Saint-Exupéry. «El Principito toca nuestros sentimientos más íntimos. La gente halla en él consuelo frente a su tristeza, esperanza, respuestas a preguntas existenciales. No es una cuestión de generaciones, religión o de épocas, es atemporal, universal».
Los propietarios del original lo muestran en Francia por primera vez
Más de la mitad de las salas de la exposición están dedicadas en exclusiva a su obra culmen: éste pequeño libro de apenas un centenar de páginas ilustrado con acuarelas del propio escritor, y que se ha convertido en el más traducido del mundo después de la Biblia.
Su esposa, la salvadoreña Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña, con la que tuvo una relación un tanto tormentosa, aparece también en la exposición como su gran romance y fuente de inspiración de la rosa: el símbolo del amor que el protagonista trató siempre de proteger.
Los dibujos no habían visto antes la luz por la reticencia de sus propietarios a mostrarlos públicamente, como había sucedido con el manuscrito original, solo expuesto anteriormente en Nueva York, en 2014, donde lo conserva la Morgan Library & Museum.
La exposición, que debía haberse celebrado en 2021, tuvo que ser pospuesta por la pandemia, y se enmarca en el 75 aniversario de la publicación del famoso libro en Francia.