Kurt Cobain, líder de Nirvana
28 años del suicidio de Kurt Cobain, cantante de Nirvana
El líder de Nirvana se suicidó seis meses después de que su banda alcanzase el número uno en las listas de ventas
Hay pocos músicos con una carrera tan corta y, sin embargo, tan influyente como la del cantante de grunge Kurt Cobain. El líder de Nirvana se suicidó el 5 de abril de 1994, en su casa de Seattle (Estados Unidos). A solas. Sin nadie que pudiera parar la sangría de aquella desesperanza televisada por los medios y jaleada por sus fans.
Tres discos de estudio: Bleach, en 1989; Nevermind, en 1991; e In Utero, en 1993, al que hay que añadir el directo desenchufado de la MTV, y los restos recopilatorios que la industria fue publicando para aprovechar el tirón mediático de la banda y su desnortado líder.
Superventas desesperado
Cobain se pegó un tiro seis meses después de que Nirvana alcanzase el número uno en las listas estadounidenses y británicas, y se tuviera que cancelar la gira mundial, que no consiguió distraer los terribles dolores, que medicaba con heroína.
Las teorías acerca de los misterios que rodeaban su muerte pronto se multiplicaron, incluyendo las sospechas de asesinato hacia su mujer, la también cantante Courtney Love, entre rumores de divorcio y herencias millonarias de por medio, hasta que el año pasado el FBI abrió los exiguos archivos del caso, y desinfló el globo de esas especulaciones de fanáticos y seguidores, tan típicas de los norteamericanos desde la ascensión de Elvis a los cielos de Graceland (Memphis, Estados Unidos).
En el citado concierto unplugged de la todopoderosa cadena MTV, Nirvana escenificó ante todo el mundo el funeral pagano con velas negras del símbolo de una generación de vagabundos sin destino, educados a la sombra de Mickey Mouse y de un sueño americano irreconciliable con la paz.
El 5 de abril de 1994 Kurt Cobain se quitaba la vida en un intento desesperado por aliviar un dolor insoportable, agudizado por la droga y la depresión. Su cuerpo fue encontrado tres días después. Desde entonces, hay que recordar que la trágica muerte del cantante culminó una existencia atormentada y marcada por la frustración, y que antes de pasar a ser una leyenda de la música o un extraño icono del espectáculo, fue una persona que aullaba desde los escenarios su rabia y su pena.
