La gran injusticia de la Eurocopa: la clasificación de los terceros de grupo que perjudica a muchos países

La Eurocopa es el torneo internacional de fútbol por países más importante del viajo continente. Se juega cada cuatro años y está organizado por la UEFA.

El torneo ha ido cambiando de formato desde que se inauguró en 1960. Desde aquella edición hasta 1976, solo participaban cuatro países en la fase final. Desde 1980 lo aumentaron a ocho países y finalmente aumentó a 16 selecciones en 1996. Todos estos combinados pasaban por una fase de clasificación previa a excepción del equipo anfitrión del torneo.

A partir de la Eurocopa de 2016, la UEFA implementó otro cambio que empezó a generar mucha polémica. En lugar que el torneo tuviese cuatro grupos de cuatro países cada uno (16 en total), se pasó a seis grupos de cuatro (24 en total). Con este cambio el máximo organismo del fútbol europeo introdujo una ronda eliminatoria más. La forma de hacerlo fue que de las 24 selecciones que arrancan en el torneo 16 pasen a la siguiente ronda (octavos de final) y solamente ocho queden eliminadas.

La fase de grupos pierde valor

El cambio de formato que adoptó la UEFA en la Eurocopa 2016 y que se ha repetido en las dos siguientes ediciones, tiene como novedad más importante la clasificación de los cuatro mejores terceros en la fase de grupos. Esta norma ha provocado que sea muy complicado ver caer a algunas de las grandes en la primera parte de la competición, pues es posible clasificar a octavos únicamente ganando un partido. De hecho, si se gana uno y se empata otro, el billete está garantizado.

Con únicamente cuatro puntos de nueve tienes prácticamente asegurado el pase a octavos. Incluso ha habido casos de que con tan solo tres puntos también se han clasificado selecciones a la siguiente ronda. Portugal en 2016 empató sus tres partidos de la fase de grupos frente a Hungría, Islandia y Austria y acabó pasando como uno de los cuatro mejores terceros. Es más, la selección de Cristiano Ronaldo acabó levantando aquella Eurocopa ganando únicamente un partido en los primeros 90 minutos.

Este nuevo formato favorece a muchos países y perjudica a otros en la última jornada. Por ejemplo, en esta edición, en el Grupo E se disputan el Rumanía - Eslovaquia y Bélgica – Ucrania, todas ellas con tres puntos a falta de una jornada. Pues bien, podría haber Biscotto por parte de los rumanos y eslovacos ya que un empate les serviría a ambos para clasificarse con 4 puntos y dejarían fuera a Ucrania en caso de un empate a puntos entre los cuatro países. Bélgica también se quedaría fuera en caso de perder el partido, el empate les vale puesto que tienen mejor diferencia de goles que los ucranianos.

La clasificación de los terceros de grupo también hace que la ronda de octavos pierda caché y que haya menos partidos atractivos. Normalmente las selecciones más potentes suelen quedar primeras, por lo que se enfrentan en octavos a una selección poco potente. Hay partidos más desequilibrados y desigualados. Antes, una vez que acababa la fase de grupos, comenzaba la lucha de gigantes.

Aspectos positivos

La UEFA cambió el formato para recaudar más dinero, con más equipos y más partidos. En consecuencia, más aficionados y más dinero en patrocinadores y derechos de televisión.

El cambio, no solo tiene cosa malas y la ronda de octavos y el que haya 24 selecciones en el torneo también cuenta con un aspecto positivo. Al clasificarse ocho países más que antes, se le da la oportunidad de jugar este prestigioso torneo a más selecciones, aunque sean de menor nivel.

Para los aficionados y espectadores a los que les gusta el fútbol también es positivo, pues tienen más partidos que ver y más tiempo para disfrutar de este torneo de selecciones. Otro punto a destacar es que aumenta la posibilidad de que haya grandes sorpresas en el torneo. Por ejemplo, en 2016 la selección de Gales con Gareth Bale llegó hasta semifinales. En 2021 le tocó a Dinamarca llegar hasta la penúltima ronda, donde estuvo a punto de eliminar a Inglaterra.