Ahora que hemos vuelto a inventar el fútbol, honor al tiki-taka
Los 'tikitakeros' jugaron un fútbol grandioso, de los mejores de la historia. Otra cosa fue cuando apostamos por lo mismo o así con jugadores distintos, peor o nada dotados para hacer lo que hicieron sus mayores
Sí, sí: hemos vuelto a inventar el fútbol. Otra vez. Nos pasa a menudo. Si además ganamos la Eurocopa será la repera.
¡Se juega como España! Se escucha en tertulias y patios de vecindad. Se lee en periódicos y tabloides. Nos enseñan imágenes mil… La cosa empezó nada más ganar a Croacia y el 4-1 a Georgia excitó definitivamente a muchas masas. Así se juega, qué bonito, rápido, vertical, divertido.
Sería la mar de lícito y verdadero pues hemos jugado muy bien mucho rato. Más que ninguna otra selección. Sería eso, y entretenido, si la cosa no viniera acompañada de la apoteosis: por fin nos libramos del tiki-taka. Este es el resumen de mucho de lo visto y leído estos días. Así, con un par.
Nos libramos pues de Ramos, Puyol, Capdevila, Silva, Xabi&Xavi, Torres, Piqué, Busquets, Cesc, Iniesta, Pedro, Villa, Cazorla, Marcos Senna, Alba, Casillas, por supuesto, Luis Aragonés, Del Bosque… Me paro, se me acaba el papel.
¿En serio? Hemos arreglado cuentas muy pendientes por lo visto. Nos hemos librado, en fin, del fatal 2008-2014, Eurocopa-Mundial-Eurocopa. Hay que tener valor…
No, miren. Si nos libramos de algo fue del post tiki-taka, aquel intento de copia, una ocurrencia, un sucedáneo. La maldición del parabrisas, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y vuelta a empezar. Un tiro a puerta cada ‘tropecientos’ minutos. Esa ha sido la liberación. Me parece un matiz importante.
El fútbol es de los futbolistas, sobre todo de los buenos, no de los sistemas. Son ellos, y los entrenadores que así lo entienden, quienes marcan la pauta en lo colectivo y en lo individual. Los tikitakeros jugaron un fútbol grandioso, de los mejores de la historia. Otra cosa fue cuando apostamos por lo mismo o así con jugadores distintos, peor o nada dotados para hacer lo que hicieron sus mayores. Y se jorobó el invento. Con estrépito.
El Mundial de Qatar fue la máxima expresión de una apuesta fallida, una mala elección. No puedes copiar un futbolista, un grupo, una idea. Fabián no puede ser Xavi. Ni Lamine, Iniesta. Una pareja Xabi Alonso-Busquets no existe hoy. Son estos y fueron aquellos… otra cosa.
Disfrutemos con lo de hoy, hay materia, y honremos a aquellos futbolistas y quienes les acompañaron porque lo merecen y porque no sé si viviremos una cosa semejante. España ha encontrado un nuevo camino, con nuevos jugadores y nuevo seleccionador. Fenomenal, felicidades y mucha suerte.
Pero paren la pelota, no sea que en cosa de unos años nos salgan con que Nico driblaba demasiado y Lamine, bueno, pero donde esté el nuevo ídolo de los futuros iluminados… Volveremos a inventar el fútbol. Pasará, no lo duden.