Pobres ingleses, los anti España van con ellos y son muy gafes
Inglaterra lo tiene fatal con esta afición a su lado. Les supongo enterados, pero es de justicia avisarles
Pues será Inglaterra, que jugó bien un tiempo, el primero. Lo que me llevó a pensar que el MI5 había decidido intervenir. Cambio como ese tenía truco. Y sí lo tenía: en el descanso, el seleccionador Soutghate se deshizo del agente encargado de neutralizarle y el equipo volvió a lo suyo. Primer tiro a puerta desde entonces, minuto 90, gol y a la final. Ese arte lo dominan, sí señor.
¿Qué nos pueden ganar? Claro. No lo espero, pero por poder… Sería para que De la Fuente se pusiera peluca y los demás, raparnos al cero. España es mucho mejor, favoritísima. Los ingleses, además, cuentan con un terrible hándicap: los anti España van con ellos… y son gafes. Muy gafes.
La mayoría de nuestros anti son los mismos que se juntan contra el Madrid, da igual que juegue en Leganés o en Liverpool. No dan una y les cuesta un dinero. Equipo al que abrazan, palma. Compran camisetas, bufandas, gorras. Cualquier cosa de Inter, City, Chelsea, Bayern, Leipzig, Dortmund, pronto Atalanta. Tienen material para asar vacas que diría aquella simpática señora, mamá de un no menos simpático ugetista andaluz.
Cuando llegan Mundial o Eurocopa se juntan contra España. Los pudientes compran las camisetas de la ocasión, la mayoría de Argentina. Los otros tiran con lo que tienen. Les da para ponerse tres por partido. Pasa también en los Juegos. Cuando Rafa, Alonso... Indesmayables son.
La palma se la llevó en X una tal Josefina que tras el pase a la final escribió en su catalán con faltas: «Mi hija, celebrando los goles de España. Mi fracaso como madre, aquí resumido». Delicioso. Nada comparable con las respuestas consolándola.
Inglaterra lo tiene fatal con esta afición a su lado. Les supongo enterados, pero es de justicia avisarles. Deberían publicar un anuncio urbi et orbi pidiendo a los anti abstenerse de intenciones, comentarios... Son gafes a lo bestia.
Y eso, España-Inglaterra. Su seleccionador presume de que no ha perdido un partido en el torneo, 8 victorias y 5 empates. ¡Qué grande el fútbol! El nuestro, tampoco. Seis partidos, seis triunfos Luis. Con gafes o sin ellos, apuesto por el 7 de 7. Que «fúmbol es fúmbol» ya nos lo contó Vujadin Boskov. Huele a cuarta que asusta.