Verstappen sigue volando, Sainz saldrá cuarto y Alonso decimoquinto en un nuevo desastre de Aston Martin

Hay circuitos que parecen estar hechos para un piloto en especial y eso es lo que pasa en el Red Bull Ring (Spielberg; Austria) con Max Verstappen. Nadie tose al actual campeón del mundo en este trazado, al que se adapta perfectamente y se lo conoce como la palma de su mano, algo que volvió a demostrar en la clasificación de este sábado para hacerse con la pole.

No hubo batalla. Versteppen arrasó de principio a fin y sus rivales ni se acercaron a él durante toda la sesión. Fue un paseo en su circuito preferido y en caso de ganar la carrera de mañana completará un fin de semana perfecto: pole en la qualy de sprint, victoria en la sprint, pole hoy y veremos si victoria mañana. Tiene pinta de que nadie se la podrá arrebatar

La esperanza española en este fin de semana tan complicado fue Carlos Sainz. El español le volvió a ganar la partida a su compañero de equipo, Charles Leclerc, y saldrá cuarto pero el Ferrari sigue sin dar el nivel. Está bajando enteros en las últimas carreras y Mercedes ya parece estar un peldaño por encima.

Aun así salvó los muebles el madrileño y estará en segunda línea de parrilla después de que a Oscar Piastri le quitaran por exceder los límites de pista su última vuelta. En un principio Sainz iba a salir quinto, pero esto le ha servido para escalar una posición y meterse entre los Mercedes, con quienes tendrá que librar una tremenda batalla si quiere mantener su cuarto puesto o incluso soñar con el podio.

Otro día para olvidar en Aston Martin

Quien no pisó la Q3 fue Fernando Alonso. Tampoco lo hizo Lance Stroll, que cayó en la Q1. Aston Martin sigue de capa caída y nada les sale. De hecho, bastante hizo el asturiano con meter por los pelos su coche en la Q2, donde no fue competitivo y se tendrá que conformar con salir desde la decimoquinta posición.

Se esperaba que Austria fuese un circuito duro para la escudería británica, pero no tanto. Un trazado con tantas rectas y zonas de DRS debía ser, a priori, beneficioso para Aston Martin. Sin embargo, ha quedado claro que el coche tiene que mejorar en todos los ámbitos, con lo que hay ahora no da para nada y cada vez se acercan más los peores coches de la parrilla (entre los que ya está el AMR24) y se alejan más los equipos de media tabla.