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Fernando Alonso, en el Gran Premio de China

Fernando Alonso, en el Gran Premio de ChinaAFP

Las cartas que se guardó Aston Martin en las dos primeras carreras y podrían cambiar el año de Alonso

Aston Martin fue muy claro desde el principio y admitió sin ningún problema que este era un año de transición. Lejos queda ya aquel AMR23 con el que Fernando Alonso logró hasta ochos podios en 2023. Ese monoplaza, del que nadie esperaba nada, sorprendió a propios y extraños pero no tuvo continuidad y las mejoras, por sorprendente que parezca, terminaron por empeorar el coche y la segunda parte del curso fue bastante decepcionante.

Así siguió la cosa en 2024 y ya deslizaron que 2025 sería similar. Entrando en los puntos, si Alonso saca su magia o si la carrera es accidentada. Si pasa lo que tiene que pasar Aston Martin estará, con suerte, en la pelea por intentar rascar algún punto. En Silverstone se trabaja más pensando en la nueva normativa que entrará en vigor en 2026 que en la presente temporada, aunque tampoco se quiere tirar a la papelera.

Es de sobra sabido que Aston Martin ha hecho una inversión enorme, por medio de su dueño, Lawrence Stroll, y que quieren convertirse en un equipo campeón. La gran prueba de ello fue el fichaje del ingeniero británico Adrian Newey, de 66 años y considerado como el gurú de la aerodinámica. Sebastian Vettel y Max Verstappen le deben a él parte de los cuatro títulos mundiales que han logrado.

El puesto que ocupa en la escudería verde es el de socio técnico director en el Departamento de Aerodinámica, aunque realmente tiene mano en todos los asuntos del AMR26. Él ya ha empezado a desarrollar ese monoplaza con la esperanza de que la temporada que viene estén arriba, peleando no solo por podios sino también por ganar carreras e intentar luchar por triunfar en el Mundial de Pilotos y también en el de constructores.

Centrados en el presente

Pinta muy bien la cosa para el próximo año, aunque el futuro es impredecible. Lo que importa es el presente y el de Aston Martin es desolador. Fernando Alonso todavía no sabe lo que es acabar una carrera esta temporada –solamente van dos– y se frustra al ver que está condenado a otro año en blanco, sobre todo porque él todavía se ve en forma a sus casi 44 años pero es consciente de que no le queda mucho en el 'Gran Circo'.

Por eso se agarra a las cartas que ha escondido Aston Martin en los dos primeros Grandes Premios del curso y espera que cuando las levante pueda cambiar algo la película. Ya está bastante claro que optar a podios no va a ser realista, pero al menos busca poder entrar habitualmente en los puntos y estar al acecho por si hubiese alguna sorpresa. Para eso es clave la fiabilidad y volver a ser buenos en curva lenta, las dos grandes virtudes del AMR23.

Fernando Alonso y Adrian Newey, en la presentación del ingeniero británico con Aston Martin

Fernando Alonso y Adrian Newey, en la presentación del ingeniero británico con Aston MartinAston Martin

Y es que, aunque no lo parezca, el coche es mejor que el de la temporada pasada y cualquier pequeño cambio le podría hacer dar un salto tremendo en la parrilla. Ya lo dijo Alonso: «Dos o tres décimas te hacen subir ocho posiciones». Unas décimas que el propio Newey podría intentar sacar con mejoras en la aerodinámica, que es donde no hay nadie mejor que él. Eso sí, siempre más centrado en 2026.

También se ha puesto en marcha el túnel de viento y las nuevas piezas de fabricación, por lo que el Gran Premio de Japón, que será el primer fin de semana de abril, será ideal para ver dónde está realmente el AMR25. Una buena actuación dejará claro que queda mucha temporada por delante y Alonso puede aspirar a objetivos más ambiciosos. Newey también retocará cosas del coche actual. La Fórmula 1 es su vida y pasa más horas en la fábrica que en cualquier otro lado.

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