Liam Lawson, el piloto que se burlaba de Fernando Alonso y ahora está tocado y hundido en Red Bull

No suele ser recomendable llegar a los sitios con aires de grandeza y provocando a quien estaba antes que tú. La última prueba de ello es Liam Lawson en la Fórmula 1. Red Bull le comunicó el año pasado cuando acabó la temporada que sería el sustituto de 'Checo' Pérez en el equipo principal y le dio un premio que posiblemente no merecía, pues sus resultados en Alpha Tauri (Ahora Racing Bulls) tampoco fueron excepcionales.

El piloto neozelandés es una promesa de la Fórmula 1 y en Red Bull consideraron que podía estar listo para el equipo principal, aunque la verdad es que había sido más noticia por actitudes y comportamientos fuera de la pista que por lo demostrado en competición. De hecho, en España se le conocía sobre todo por su enemistad con Fernando Alonso, con quien la pasada temporada tuvo numerosos roces.

En su primera carrera de 2024, que fue con la temporada ya avanzada, Liam Lawson tuvo un roce con el bicampeón mundial en la sprint del Gran Premio de Estados Unidos. A pesar de que ambos estaban alejados de los puntos, el asturiano se enfadó después de que el neozelandés hiciera una maniobra peligrosa y poco deportiva para evitar el adelantamiento del Aston Martin. «Este Alphatauri (RB) es un idiota», dijo Alonso a su equipo.

Fue el principio de distintos roces que han ido teniendo tanto en pista como fuera de ella. La siguiente vez fue a las pocas horas, en la clasificación para la carrera del domingo. Ahí Alonso salió a pista con ganas de darle una lección de pilotaje al neozelandés y no tardó en hacerlo. Nada más salir de boxes, cuando aún no habían salido del carril del pit lane, se puso pegado a él, le enseñó el morro del monoplaza por un lado y, a la que fue a cerrarle, le pasó por el exterior en la primera curva.

«Ha hecho exactamente lo que me dijo que iba a hacer», se quejó por radio. «Tranquilo, olvídalo todo y sigue a tu ritmo», le aconsejó su ingeniero de pista. Unas quejas que siguieron tras acabar la sesión: «Dijo que me jodería, y supongo que cumplió su palabra. Entiendo que tuvo una carrera bastante horrible, así que puedo entender por qué está molesto».

Las carreras fueron pasando y Lawson y Alonso tuvieron otro 'roce' en el Gran Premio de Qatar, aunque lo cierto es que al neozelandés le traicionó su obsesión con el piloto español. Lawson achacó su mal rendimiento en la clasificación a un estorbo del '14' en pista. «Alonso redujo intencionalmente la velocidad entre la 9 y la 10 cuando abortó su vuelta. ¡Simplemente apesta, tío!», exclamó por radio. A esta protesta, desde el equipo le contestaron que era Stroll, pero él ya había evidenciado que tiene una obsesión con el español.

Tras estos dos roces en pista, Lawson –ya como piloto de Red Bull– comenzó a dejar recados a Alonso para ganar fama. La más destacada fue con el piloto reserva de Aston Martin. «Felipe Drugovich en 2024 fue más rápido que Fernando Alonso en los entrenamientos», comentó insinuando que el asiento del español debía ir a parar al joven brasileño.

Contra las cuerdas en Red Bull

Todo esto, con tan poca experiencia, se le ha vuelto en contra a Liam Lawson, que pese a disculparse con Alonso a principios de temporada asegurando que «no quería ofender a nadie», podría tener los días contados en Red Bull. Sus dos primeras carreras han sido un auténtico desastre y es posible que la paciencia de la escudería de bebidas energéticas haya llegado a su fin. Lawson no está funcionando y podría volver a Racing Bulls cambiando su puesto con Yuki Tsunoda.

Por el momento no hay nada oficial, pero sí muchos rumores. Y es que el neozelandés lleva cero puntos tras abandonar en Australia y acabar decimoquinto en China. Aun así, los pilotos implicados ya se han pronunciado y mientras el nipón afirma sentirse «100 % preparado», Lawson responde: «Puede decir lo que quiera, ya le he ganado en categorías inferiores y también en la Fórmula 1».

La última palabra la tendrán Christian Horner, director de Red Bull, y Helmut Marko, asesor del equipo. El primero de ellos de momento ha guardado silencio mientras el segundo ha admitido que «no es lo que esperaban». Aun así, tendrán una reunión la próxima semana para analizar los datos y tomar una decisión.