Cuando querer vivir en Madrid a toda costa sale mal: el fiasco de los equipos modestos fichando estrellas

Madrid es una de las mejores ciudades del mundo para vivir. La sanidad, la educación, el clima, la seguridad en sus calles, la amabilidad de la gente y la infinidad de planes que se pueden hacer provocan que la capital de España sea un lugar que mucha gente ve con buenos ojos para establecerse y hacer su vida. Le pasa a la gente corriente y también a los deportistas de élite.

La calidad de vida que tiene Madrid no es algo desconocido para los futbolistas y por ello muchos buscan equipo en la capital española para vivir donde quieren. Toni Kroos, que tras su retirada ha seguido viviendo en Madrid, Marcos Llorente, que cambió el Real Madrid por el Atlético para seguir viviendo donde quería o Rodrigo de Paul son ejemplos de jugadores a los que siempre les ha tirado mucho Madrid y que nunca se han planteado un cambio de aires.

Estamos hablando de jugadores súper élite que si algún día se hubiesen querido ir no les habrían faltado novias. En cambio, luego hay otros futbolistas de gran nivel pero que no interesan ni a Real Madrid ni a Atlético que no ven con malos ojos irse a equipos más modestos, como Rayo Vallecano, Getafe o Leganés. James Rodríguez, Radamel Falcao, Greenwood o Haller han apostado por esta fórmula, algunos para acabar su carrera en vez de irse a Arabia y otros para tratar de dar un paso atrás que les permita coger impulso.

Esta temporada, Sebastian Haller al Leganés y James Rodríguez al Rayo Vallecano fueron los fichajes más sonados. Dos superestrellas que batieron récords de ventas de camisetas y generaron una enorme expectación. En el caso del colombiano, llegó tras ser el mejor futbolista de la Copa América, por lo que era un bombazo en toda regla.

No ha cuajado en el Rayo

La apuesta de fichar a James Rodríguez fue personal del presidente, Martín Presa. A Íñigo Pérez, el entrenador, nunca le sedujo la idea por mucho que la incorporación de Falcao años atrás fuese todo un éxito. El técnico español apostó por un grupo que lleva años trabajando junto y no dio entrada en el 11 al colombiano que, a sus 33 años, sigue con mucho fútbol en sus botas y ganas de triunfar.

Por ello, a pesar de que James estaba con ganas de vivir en Madrid para darle una mejor vida a sus hijos, la experiencia le ha salido fatal y hasta dejó de ir convocado y ya está haciendo las maletas rumbo a México. Un nuevo destino para un auténtico trotamundos que no ha podido cumplir su deseo de establecerse en la capital española.

El otro caso que tampoco ha salido bien ha sido el de Sebastian Haller. El delantero marfileño pasó de jugar la final de la Champions League con el Borussia Dortmund a pelear por el descenso con el Leganés, una bajada a los infiernos para ganar en calidad de vida pero que también ha acabado a las primeras de cambio. Ni un gol y solo cuatro meses después ya está fuera del equipo.

Años atrás, con Falcao o Greenwood, estas incorporaciones salieron bien, pero los fichajes del mercado de verano de 2024 no se han dado. Leganés y Rayo Vallecano no han dado con la tecla en sus incorporaciones estrella, aunque tampoco ha supuesto ningún problema. El equipo pepinero ha acabado la primera vuelta fuera del descenso y el Rayo marcha noveno y soñando con Europa.