
José María Giménez, con una botella de oxígeno
El mal de altura que obligó a Giménez a tomar oxígeno en el Bolivia - Uruguay: «Es una locura»
La altitud de La Paz, capital de Bolivia, dificulta la práctica del fútbol y hace que a algunos jugadores les cueste respirar
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La fase de clasificación a la Copa del Mundo en Iberoamérica es una de las más duras en todo el planeta. Partidos de máxima exigencia constantemente y a veces en condiciones muy complicadas, ya sea por el césped de los estadios, por los ambientes hostiles o por las condiciones meteorológicas. Uno de los encuentros más complicados es el que se disputa en Bolivia, en La Paz, a más de 4.000 metros de altitud.
Uruguay fue quien lo tuvo que sufrir en la noche del martes y los de Marcelo Bielsa no fueron capaces de pasar del empate a cero. El encuentro tuvo muy poco en lo futbolístico, pero ha dado mucho que hablar por una imagen que dejó el capitán charrúa, José María Giménez, en el estadio Hernando Siles de El Alto, uno de los campos donde más complicado se hace jugar al fútbol.
El defensor del Atlético de Madrid acusó mucho estas condiciones de altitud durante el partido y en varios momentos del choque se acercó al banquillo de Uruguay para pedir un poco de oxígeno. Además, se le vio muy cansado en algunas fases del encuentro. No obstante, lo más llamativo fue casi en el minuto 90 del duelo, cuando aprovechó que su guardameta había solicitado asistencia médica para coger una botella e inhalar oxígeno.
Y es que la altitud conlleva a una disminución del oxígeno, lo que provoca que haya dificultades respiratorias, mareos y un cansancio físico mayor. Son unas condiciones durísimas que utiliza Bolivia para hacerse fuerte en casa, puesto que sus jugadores están más acostumbrados que el del resto de países.«Es una locura»
Al acabar el partido, José María Giménez felicitó a sus compañeros de selección por la papeleta tan complicada que había tenido y se mostró orgulloso de haber sacado aunque sea un punto. «Felicito a mis compañeros por el esfuerzo que hicieron», comenzó diciendo. «Es una locura jugar acá», continuó. «No solo el tema de la falta de oxígeno sino también de la pelota, cómo viaja y cómo se mueve. A raíz de eso, el esfuerzo que han hecho mis compañeros es meritorio y por partida doble», señaló.