Ancelotti solo piensa en seguir y retirarse en el Real Madrid, que Brasil no juegue con su nombre

Carlo Ancelotti no entiende que se hable constantemente de su futuro y de ofertas externas cuando tiene contrato con el Real Madrid hasta 2026 y se están jugando cuatro títulos en cinco meses: la Champions, la Liga, la Copa y el broche del primer Mundial de Clubes con participación de una treintena de equipos de los cinco continentes. No lo comprende, o lo entiende demasiado bien. El entrenador y la casa blanca conocen el paño.

Están viviendo el clásico acoso mediático externo que pretende desconcentrar a su plantilla. Nada nuevo bajo el sol. Los enemigos lo intentan de todas las maneras. El Real Madrid lo soporta cada año. La temporada pasada también se sacaron de la chistera la oferta de Brasil y el Real Madrid conquistó la Liga y la Champions. Ahora, la historia se repite. Pero vamos a ser claros: hasta aquí hemos llegado. Ya no se admitirán más tonterías.

Contemos primero el ridículo protagonizado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) la temporada pasada. El ridículo lo hizo ese presidente, Ednaldo Rodrigues, que quiere tapar su desastre de gestión hablando de fichar a Ancelotti, un latiguillo que ya dura dos años.

El locuaz Ednaldo Rodrigues, por la boca muere el pez, comenzó a hablar de fichar a Ancelotti en el otoño de 2023. Ronaldo Nazario se ha inventado incluso que el italiano quería venir pero que el Real Madrid se lo prohibió. La historia ya no se la cree desde el punto de partida porque el equipo blanco no prohíbe a ningún técnico que se vaya. Si alguien no está a gusto o prefiere otra propuesta de futuro, puerta.

Pero es que todo es una clamorosa mentira. Los hechos lo demostraron. No solo el Real Madrid no prohibió a nadie irse, sino que Ancelotti nunca quiso irse. Ancelotti nunca pensó en Brasil. Y el ridículo de la CBF y de Ednaldo Rodrigues fue monumental cuando vieron renovar a 'Carletto' por el Real Madrid, el 29 de diciembre de 2023, el día después de los Santos Inocentes, nada menos que hasta 2026.

Fue la entidad madridista la que quiso extender el contrato del italiano durante tres años. Se lo había ganado. De eso estaban hablando club y entrenador durante esos meses mientras el presidente del balompié brasileño se jactaba de estar atando a Carlo. Solo ya por la vergüenza de ese mayúsculo ridículo tendría que haber dimitido. Pero no.

Que no use más el nombre de Ancelotti

Ahora la historia se repite. Ancelotti ha sacado al Real Madrid de todas las crisis de esta temporada, empezando por tener nueve lesionados antes de cuatro partidos y sufrir un promedio de cinco bajas en cada encuentro. Estamos a finales de marzo, ahora mismo tiene las cinco bajas de rigor (Courtois, Mendy, Ceballos, Carvajal y Militao) y su plantilla busca las semifinales de la Champions, se encuentra a tres puntos del liderato de la Liga y a un partido de la final de Copa. En esta situación, Ednaldo Rodrigues vuelve a hablar de Ancelotti y los medios antimadridistas no paran de decir que 'Carlo' no seguirá. El disparo a discreción siempre sucede en esta fase decisiva de la temporada. El Real Madrid lo ha vivido desde hace 75 años. Pongamos los puntos sobre las íes.

Ednaldo Rodrigues ha vuelto a hacer el ridículo porque Ancelotti no ha hablado con la Confederación y no ha dicho nunca que quiera irse. Está centrado en intentar conquistar esos cuatro títulos en liza porque quiere aumentar su aura de grandeza en la historia del club blanco.

Los hechos son todo un K.O. técnico en la cara del presidente del fútbol brasileño. Y le dicen sin palabras que lo que debe hacer es dedicarse a salvar el desastre de su federación y no utilizar más el nombre del mejor entrenador de la historia del fútbol europeo para tapar sus errores. La CBF está desprestigiada por su nefasta gestión, que se traduce en una mala dirección de su selección, que tiene muy buenos delanteros (Raphinha, Vinicius, Neymar, Rodrygo y Endrick entre ellos) y muy malos defensas y centrocampistas. Su seleccionador, Dorival, va a la deriva y está sentenciado.

En estas condiciones, el cuerpo técnico madridista subraya que no metan a Ancelotti en el jaleo. Están acostumbrados y no les afecta personal ni profesionalmente. Sin embargo, no les gusta que utilicen el prestigio de su entrenador. Carlo es muy elegante y lo dice suavemente en público. Su entorno no tiene por qué ser diplomático y critica que utilicen su nombre en vano. Y les decimos el porqué.

Retirarse en el Real Madrid

La verdad, solo la verdad y nada más que la verdad, es que Ancelotti ha escrito la mejor historia del Real Madrid en sus 123 años de existencia y su único objetivo es aumentar su aura en la institución, ganar más títulos, quedarse en la casa todos los años que pueda y retirarse aquí. Todo lo que escuchen que sea diferente es pura mentira.

Otra cuestión es que en el futuro, si no estuviera en el Real Madrid, meditara alguna oferta. Pero hay una verdad indiscutible: Ancelotti continuará mientras el Real Madrid le quiera. Y de momento tiene firmado que le quiere hasta 2026. Todo lo demás que lean o escuchen son ganas de perder el tiempo.

Y el Real Madrid qué piensa del futuro

Hemos dejado claro lo que desea el allenatore que ha conquistado más títulos en la historia de la casa blanca. Y es muy claro. Ahora explicamos la posición del Real Madrid. Primero: el técnico tiene contrato hasta 2026. La propia entidad se lo concedió hace dos años como premio a su buena labor. Segundo: la filosofía del Real Madrid es mantener la continuidad de su entrenador si gana uno de los grandes títulos, que son la Champions, la Liga y desde ahora el Mundial de Clubes.

Tres: si el preparador no consigue uno de los grandes trofeos, suele ser relevado, sin importar la extensión del contrato. Pero Ancelotti continuó en la campaña 2023-24 sin ganar un título de relieve en el curso 2022-23, solo celebró la Copa del Rey. Siguió porque se consideró que su trabajo fue bueno.

Dicho esto, el club madrileño y el entrenador solo piensan ahora en conquistar esos títulos importantes. Es en lo que están concentrados la entidad, el preparador y su plantilla. El futuro se decidirá después.