¡Viva el árbitro! Y Vinicius
El campeón demostró su jerarquía. Pero jerarquía, la del árbitro. Alemán Félix Zwayer. Dios lo guarde muchos años
Fue una noche especial. El esperado gol del Liverpool a los diez minutos no se produjo. Ni a los diez ni nunca. Y el Madrid estuvo muy bien. A la parroquia sólo le inquietó saber si su equipo ganaría el partido 300 en la Champions. Recordó lo que es clasificar sin agobios. Bien.
El martes nos deleitamos con Haaland, ayer Vinicius acudió a la cita: es el mejor de los blancos. La noche acabó con el Never a todo trapo en el Bernabéu. El homenaje a Amancio en Anfield tuvo su acuse de recibo: imponente. Y el árbitro. Luego les hablo luego de él.
El Madrid estuvo bien. Supo jugar el partido que le convenía, partido incómodo para el coco. No puedes pasar a la historia porque te remonten un 2-5. Quizá pecó de acelerado en varias fases. Los agujeros que dejaba un rival obligado a atacar le confundieron. Si se dedica a tocar no le quitan la pelota. Pero el Madrid no sabe jugar a eso. El campeón demostró su jerarquía. Pero jerarquía, la del árbitro. Alemán Félix Zwayer. Dios lo guarde muchos años.
Un desequilibrado, otro más desde el VAR, le llamó para que viera si una mano era penalti. Al de arriba hay que quitarle el carné. Fue Félix y le dijo al mundo que no toda mano es penalti. Gracias, herr. Es usted un fenómeno.
Y ahora, el clásico. Ahí van 50 pavos y que pite Zwayer.