Habló Vinicius y este domingo, el señor Real Madrid
El primer premio de mi vida lo gané de crío identificando olores en la clase de Química, un respeto. Llevo años pensando que nuestra Liga huele a azufre
El partido fue Vinicius, 2 - Espanyol, 1 hasta que Ancelotti lo quitó. Debió acabar ahí. Redondeó Asensio. Un tío que tiene gol dejó el banquillo desde donde vio el último derroche anotador de su equipo. Ya lo dijo Boskov, ‘fúmbol es fúmbol’. Pero, vamos, lo mollar es que el Madrid es el brasileño y otros diez. Él o el abismo.
3-1. Un guiño a aquel 3-1 glorioso del que el jueves se cumplió un año. Remontando, claro. El homenaje perfecto y una manía. Como será que mucha gente da por hecho que el Liverpool marcará a los tres minutos, al estilo de la ida, y habrá conato blanco de llanto y crujir de dientes. Que se quede en eso, en conato. La facilidad del Madrid para salir al campo en bata y zapatillas es tremenda. Un 2-0 lo esperan pocos. Una cosa tranquila.
El partido con el Espanyol lo fue. Arrancó casi 0-1 y el pueblo no se alteró. No debe estar muy de acuerdo con eso de que el Madrid se jugaba la Liga. Y lo comparto. Creo que está ‘jugada’, entre comillas jugada. El tufillo es el que es y uno presume siempre de buen olfato.
El primer premio de mi vida lo gané de crío identificando olores en la clase de Química, un respeto. Llevo años pensando que nuestra Liga huele a azufre. Pues eso… El Madrid sale y trata de ganar, imposible hacer otra cosa. Y que sea lo que Dios quiera.
Habló Vinicius y mañana lo hará el señor Real Madrid. Reunión de junta a las doce del mediodía de un domingo. Tiene arte. No ha tenido prisa en manifestarse en lo de Negreira y alrededores. Ha esperado a la Fiscalía.
Me parece bien. Sin intervenir el Madrid estamos como estamos: con ‘eso’ hasta arriba y subiendo. No ha querido distraer el Madrid, está bien sí. Lleva décadas además diciendo lo que muchos y el último, la Fiscalía: aquí huele a azufre. Le ha valido de poco.