La Segunda División más emocionante en años llega a su fin: todo lo que hay en juego en la última jornada

Cuando allá por el lejano mes de agosto del 2023 la Segunda División echó a rodar, nadie se imaginaba una liga tan igualada en la que gran parte de las opciones se iban a decidir en una última jornada de infarto, pero la categoría de plata del fútbol español nunca deja de sorprendernos.

Han sido nueve meses de infarto en los que se ha vivido de todo. Equipos que estaban en buena posición para ascender y que luego acabaron perdiendo fuelle, equipos que empezaron la liga de forma nefasta y que el cambio de entrenador le sentó de lujo. En fin, imprevisibilidad e igualdad en estado puro. Y no fue hasta la jornada 41 cuando se resolvió casi todo.

En dicha jornada, el Real Valladolid se convirtió en equipo de Primera después de remontar de manera épica al Villarreal B en su estadio (3-2) y en un ambiente de crispación con los aficionados cantando en las gradas el famoso «Pezzolano, dimisión». Escena cuanto menos surrealista. Y al mismo tiempo, se decidieron tres de los cuatro plazas de descenso a Primera RFEF (la antigua Segunda División B). Andorra, Villarreal B y Alcorcón dijeron adiós a la categoría de plata de forma matemática.

También se supo los diez equipos que lograron la salvación de manera matemática: Racing de Ferrol, Elche, Levante, Burgos, Tenerife, Cartagena, Real Zaragoza, Albacete, Eldense y Huesca. Entonces, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Qué falta por decidirse en la jornada 42 de la Segunda División española? Un total de ocho equipos tienen cosas en juego.

En primer lugar, la segunda plaza de ascenso directo está todavía en el aire. El CD Leganés parte con ventaja respecto a la SD Éibar. Para lograr el ansiado objetivo, el conjunto pepinero necesita puntuar en Butarque ante el Elche. Con un solo punto, los de Borja Jiménez dejarían fuera de la ecuación al conjunto armero, que recibía en Ipurúa a un Real Oviedo que también se juega entrar en playoff. Partido de infarto el que se viene en tierras guipuzcoanas.

En segundo lugar, las dos últimas plazas que dan acceso a los play-off de ascenso a Primera División. Éibar y Espanyol ya las tienen aseguradas, pero las otras dos se las juegan el Real Oviedo, el Racing de Santander y el Sporting de Gijón. Se fueron a juntar los tres grandes archienemigos del norte de España.

Las cuentas de los playoffs

Como hemos dicho, el Real Oviedo se juega acabar el año en play-off en una plaza complicada como es Ipurúa. Los carbayones dependen de sí mismos y una victoria les garantiza el billete para la liguilla de ascenso con independencia de lo que hagan Racing y Sporting de Gijón en sus respectivos encuentros. De ganar, los de Luis Carrión se pondrían con 67 puntos y podrían acabar quintos o incluso aprovechar un pinchazo del Espanyol para subir hasta la cuarta posición y tener la ventaja de campo en la semifinal contra el quinto clasificado.

Si el Oviedo empata su partido deberá de esperar noticias porque el Sporting y el Racing les podrían adelantar. Para que eso suceda, tienen que ocurrir varias cosas. Que el Sporting gane en Elda y que el conjunto cántabro saque un punto de su visita a La Cerámica contra el Villarreal B.

También puede suceder que el Oviedo pierda en Ipurúa y que Sporting y Racing también hagan lo mismo, lo que dejaría las cosas tal y como están ahora. Eso sí, en caso de derrota carbayona y de triunfo sportinguista y empate cántabro es el Oviedo el que se queda fuera. Es decir, el Oviedo tiene que hacer los deberes sí o sí. Lo que está claro es que en Ipurúa, en el Pepico Amat y en La Cerámica van a estar más pendientes de los transistores que de lo que suceda en el terreno de juego.

Última plaza de descenso en juego

Con Andorra, Villarreal B y Alcorcón ya descendidos, tan solo queda una plaza por conocer en ese sentido. Y se la van a jugar el CD Mirandés y la SD Amorebieta. Pero lo curioso de todo esto es que los dos equipos se van a enfrentar en Anduva, el estadio del conjunto jabato.

Es decir, quien gane salva la categoría. Va a ser un partido agónico. La lógica invita a pensar que el Mirandés parte con clara ventaja, pero en Segunda División se han visto cosas tan inesperadas que uno ya no sabe lo que esperar. Y en ese sentido, el conjunto entrenado por el asturiano Jandro Castro confía en poder volver a sumar un triunfo a domicilio que le dé la salvación y así mandar a los jabatos a la categoría de bronce del fútbol español.

El técnico del Amorebieta lo tiene claro: «Siempre he tenido el convencimiento de salvarnos. Si no, yo no podría estar aquí con los jugadores y exprimirles sin yo estar convencido de que nos vamos a salvar». Pero Lisci también: «Mañana {por el domingo} no juega el Mirandés, juega Miranda de Ebro. Lo tenemos claro. Juegan todos. Tenemos que estar ahí y todo el mundo apoyarnos pase lo que pase y animar».