El Madrid no aguanta la presión del Barça
Echémosle humor: el Madrid no aguanta la presión del Barça, que ya le saca dos puntos. Quedan 111, claro. ¡Y falta por jugar el Atleti! En el colmo del despelote, Mendy fue expulsado en el último minuto, el colofón de la noche defensiva del equipo
Hay que reírse si uno se pone en clave madridista. Porque si nos ponemos serios... No le recuerdo un papelón así en años. Oigan, que deben dar por bueno el empate, acierta el Mallorca una de las que tuvo, y claras, y ni les cuento. El 1-1 definió la cosa: juegas contra el Mallorca y no marcas a Muriqi en un córner. A su lado estuvo.... ¡Mbappé! Que además se quitó de en medio. Bien los centrales...
Pues nada, empate y sin rechistar. Vamos, que quien más se puede lamentar es el Mallorca. Inesperado todo, normal visto lo visto. Arrasate es mucho entrenador. Y el Madrid fue poquísimo esta vez. Y eso que en nada se puso por delante, golazo del patito feo Rodrygo. Teóricamente, lo peor que le puede pasar a un rival. La obligación de tomar riesgos, ceder espacios a las balas blancas, todo eso. Será otro día.
Echémosle humor: el Madrid no aguanta la presión del Barça, que ya le saca dos puntos. Quedan 111, claro. ¡Y falta por jugar el Atleti! En el colmo del despelote, Mendy fue expulsado en el último minuto, el colofón de la noche defensiva del equipo. Maffeo debió serlo en la primera parte, pero ni árbitro ni VAR vieron su innoble pisotón al gemelo de Vinicius. Tuvo mérito, sobre todo el de los tíos con mil cámaras. Cosas.
El partido se ventiló en que el Mallorca estuvo vivo y despierto, y el Madrid entre fastidiado y perezoso en todas las zonas del campo. Con el 0-1 fue incapaz de poner la distancia definitiva o casi. Se fue apagando. Es como muy tradicional que después de ganar una Liga, y más si le acompaña la Copa de Europa, vuelva atontolinao y pierda puntos que después no recupera o le cuesta media vida.
¿La transición post Kroos, el encaje de Kylian? Necesita su tiempo, pero este partido no es de recibo. Ni Kroos ni gaitas. Fue una caraja monumental y ante eso, pues eso: ni Kroos ni gaitas. Por no estar no estuvo ni Ancelotti que cambió tarde y mal. Primero limpió a Tchouaméni y quitarle la pelota al rival fue una quimera. Después hizo tres en el minuto 87 cuando desde el empate o antes estaba claro que el equipo no funcionaba. Brahim y Güler: claro, pero antes. La pereza se contagia.
Total, primera petardá blanca del curso. No se esperaba. Actitud y compromiso defensivo, resumió el entrenador. Pues es el colmo: montas un equipo mega galáctico y echas de menos la actitud. Lo dicho: el fútbol es un porro. Blanco esta vez.
