Rebelión en el tenis por la herencia que dejó Gerard Piqué en la Copa Davis
Una de las competiciones deportivas más prestigiosas es ahora un torneo sin alma y sin aficionados por el formato que ideó Piqué
Alejandro Davidovich, el tenista «muy español» de padres rusos que lidera a España en la Copa Davis
Todo amante al deporte tenía durante el año unas citas marcadas en el calendario. La final de la Champions, el Tour de Francia, Roland Garros o Wimbledon, la Super Bowl, algún Gran Premio de F1, las finales de la NBA... Ya cada aficionado que añada otro evento, pero uno que siempre se tenía en cuenta era la Copa Davis.
El torneo más prestigioso del mundo del tenis, en el que se representa a tu país, ha pasado de tener una gran relevancia y ser un evento imperdible a que más allá de los aficionados al tenis pocos sepan cuándo se juega y cómo funciona. Es la herencia que ha dejado Gerard Piqué, que compró el torneo (con el permiso de la Federación Internacional) y acabó abandonándolo dejando a la Davis prácticamente muerta.
El torneo se está jugando ahora, esta semana, en cuatro sedes diferentes: Bolonia, Mánchester, Valencia y Split. Es una especie de fase de grupos para conseguir los billetes a la final de Málaga –a finales de noviembre–, donde se jugará a modo de eliminatoria desde cuartos. Ni tiene interés ni cualquier seguidor al deporte sabe como va. Es lo que deja Piqué.
Esta semana estamos viendo como se disputa un duelo entre Países Bajos y Finlandia en Croacia. O un República Checa - Corea del Sur en Valencia. Un Australia - Suiza en Inglaterra. Y, para seguir con más ejemplos, un Canadá - Chile en Italia. Un disparate. Piqué dibujó un torneo itinerante que acabó en un mareo de sedes. Y convirtió la Davis en la que un equipo jugaba como local y se veían grandes ambientes en las gradas en un torneo sin alma: estadios vacíos porque a ver a quien interesa un Francia - Suiza en Mánchester.
De esto se quejó Stan Wawrinka, veterano tenista que de esto algo sabe. Le dio las gracias irónicas a Piqué por crear esta Copa Davis con una fase de grupos en la que tres de sus seis partidos lo disputan países que nada tienen que ver con la sede en la que se disputa el torneo. La imagen repetitiva de gradas vacías es el mayor puñal que ha recibido la Davis en su historia.
El exjugador del Barça contestó a Wawrinka con la asistencia de espectadores el año pasado –muchas de las cuales regalaron–, momento que sirvió al suizo para recordarle que si tanto éxito tuvo por qué abandonó la Davis y solo cumplió tres ediciones de las 25 que firmó.
La realidad es que la rebelión en el tenis es mayoritaria respecto a la Copa Davis que dibujó el exfutbolista. Coinciden que una de las competiciones por países más antiguas y con más tradición del mundo del deporte fue herida por el plan de Piqué, que una vez que vio que ya no había negocio económico dejó tirado al torneo.
Julien Benneteau, capitán de Francia, acusó a Piqué de haber «matado a uno de los pilares más importantes del tenis», misma idea que ya dijo el año pasado el estadounidense Taylor Fritz (top10 en aquel momento). Mardy Fish, excapitán de Estados Unidos, incidió en esa idea: «Han matado la Davis». Lleyton Hewitt, leyenda del tenis y capitán australiano, también cargó contra este modelo potenciado por Kosmos, la empresa de Piqué.
Pese a ello, el catalán saca pecho y dice que lo de la Davis es «una historia de éxito rotundo». No lo comparten quienes de verdad protagonizan la Davis, los hombres que participan en la competición. Sin embargo el acuerdo anterior obligaba a jugar esta edición de 2023 con ese formato que no convence a nadie y que tendrá en Málaga su fase final. Todos los años de este modelo de Davis han tenido su final en España, como si solo existiera nuestro país en una competición tan prestigiosa e internacional.
La Copa Davis, torneo principal en el calendario deportivo anual, es ahora una competición escondida, con gradas vacías, sin ningún seguimiento y machacada por el millonario proyecto de Piqué que abandonó cuando veía que ya no se podía sacar dinero de lo que era un gran evento deportivo.