Carlos Alcaraz arrasa a Wolf y empieza a lo grande su participación en Roland Garros

Los debuts en los Grand Slams suelen ser difíciles por varios factores: primero está la falta de adaptación, luego aparece la incógnita del rendimiento y por último está la motivación del rival. Nada de esto sucedió con Carlos Alcaraz en su partido inicial en Roland Garros. El tenista murciano se mostró muy seguro, bordó el tenis y no le dio ni una sola opción a JJ Wolf, jugador estadounidense y número 107 de la ATP (6-1, 6-2 y 6

El de este domingo era un debut cuanto menos engañoso. Alcaraz venía con esas pequeñas dudas en su antebrazo derecho y no se sabía del todo bien cómo iba a rendir ante J.J Wolf, un tenista excéntrico pero engañoso. Y esas pequeñas inseguridades se vieron desde el principio.

A Alcaraz le costó entrar en juego y estuvo más fallón de la cuenta. De hecho, estuvo a nada de ceder el primer break del partido, pero consiguió solventar la situación adversa sin demasiados problemas. El murciano se presentó en la Philippe Chatrier con un look bastante discreto (camiseta azul marino y pantalón amarillo) y no tan habitual teniendo en cuenta sus gustos llamativos.

Wolf le planteó un partido bastante duro a Alcaraz. El tenista estadounidense tenía muy claro que no le iba a regalar nada al murciano y le vino a decir que se tenía que trabajar los puntos. Los dos primeros juegos transcurrieron con normalidad. Sin embargo, en el cuarto llegó la primera rotura del encuentro. Alcaraz apretó con su poderoso drive y consiguió poner tierra de por medio.

A partir de ese momento, el primer set no tuvo nada más. Alcaraz se vino arriba y lo dejó encarrilado con un 6-1 de lo más contundente. Declaración de intenciones por parte del español y no había ni rastro de esas molestias en el antebrazo derecho.

Segundo set

El haber ganado 6-1 el primer parcial le dio alas a Alcaraz. El murciano estaba volando sobre la Chatrier y esa inercia positiva le sirvió para romperle el saque a Wolf a las primeras de cambio. Sólo había un tenista sobre la pista. Y ese era Carlitos.

Wolf intentó responder con un contrabreak en el segundo juego del segundo parcial. Se puso 0-40 y, cuando todo apuntaba al 1-1, Alcaraz emergió a lo grande, levantó esa diferencia adversa y consiguió conservar el quiebre para ponerse 2-0 arriba. Tenis en estado puro por su parte. El plan estaba saliendo a la perfección.

Alcaraz no aflojaba. Estaba bordando el tenis y cuando el murciano está así es imposible meterle mano. Wolf ya había bajado los brazos y el segundo parcial no tuvo más historia. El español la cerró a lo grande. 6-2 y a por el tercero. Alcaraz tenía pie y medio en la segunda ronda.

Tercer set

El tercer parcial tardó en empezar. ¿La razón? Empezó a llover con fuerza en París y se tuvo que cerrar el techo de la Philippe Chatrier. Eso lleva un total de 10-15 minutos y existía el miedo de que Alcaraz se quedase frío y de que Wolf reaccionara. Pero no pasó ni una de las dos cosas. Otro break más del número tres mundial y 1-0.

Si con el techo descubierto Alcaraz estaba jugando de lujo, con la pista tapada pasó más o menos lo mismo. Velocidad supersónica para llegar a todas las bolas, derecha a la línea y revés a la esquina. El grado de inspiración del murciano era máximo. Se podrían jugar seis sets y el resultado iba a ser el mismo.

El murciano metió la directa. No quería que el partido se alargase demasiado y empezó a arriesgar un poco más. Le entraba absolutamente todo. Wolf estaba desquiciado, apático. No le había salido nada a lo largo del encuentro. Eso a la larga acaba mermando. Alcaraz cerró el partido con una error no forzado de revés del norteamericano. Debut plácido y a segunda ronda.