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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de CosEuropa Press

El Gobierno se prepara para la salida de Hernández de Cos, «el mejor gobernador de Europa»

El máximo responsable del Banco de España concluye el 11 de junio su mandato de 6 años

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, concluye el próximo 11 de junio su mandato de 6 años al frente de la institución, por lo que el Gobierno prepara ya su relevo y baraja una lista de posibles sucesores, según han trasladado a Efe fuentes próximas al Ejecutivo.

Tradicionalmente el PP y el PSOE alcanzaban un acuerdo a la hora de renovar la cúpula del Banco de España, pero la crisis del Gobierno de Mariano Rajoy tras la moción de censura presentada por el PSOE inclinó en 2018 la balanza hacia un perfil claramente técnico, y no político, como gobernador del Banco de España.

Por esa razón, el entonces ministro de Economía, Román Escolano, propuso a Pablo Hernández de Cos, hasta entonces director general de Economía y Estadística del Banco de España, como gobernador.

«Es un excelente candidato debido a su gran capacitación técnica, en particular en asuntos bancarios y monetarios; su independencia política; y su experiencia y prestigio en el Banco de España y en el Banco Central Europeo», destacó entonces el Ministerio de Economía.

Ahora, seis años después, fuentes del Ejecutivo de Pedro Sánchez abogan igualmente por un nombramiento basado en la profesionalidad y la independencia y recuerdan que el propio ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha reconocido públicamente que ya tiene «varios candidatos» en mente para suceder a Hernández de Cos.

Sin embargo, en palabras del ministro, «no hay ninguna prisa por nominar al sucesor o sucesora del actual gobernador», que tendrá que contar con el visto bueno del presidente del Gobierno, como paso previo para su nombramiento por parte del Rey.

Este es el procedimiento a seguir para la designación del nuevo gobernador de la entidad, según el artículo 24 de la Ley de Autonomía del Banco de España.

Entre los nombres que se barajan en las quinielas para el puesto de gobernador están, entre otros, el de la actual subgobernadora, Margarita Delgado; el de la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Montserrat Martínez; el del subgobernador Fernando Restoy o el del ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá.

Una vez se resuelva el misterio y se elija a la persona que ocupe el máximo puesto del Banco de España, ésta será previsiblemente quien proponga a su «número dos» en la institución.

El relevo de Hernández de Cos ha abierto un debate sobre la conveniencia de alargar los mandatos en el Banco de España

En cualquier caso, el relevo de Hernández de Cos ha abierto un debate sobre la conveniencia de alargar los mandatos en el Banco de España y en el sector financiero una sensación generalizada de «pena» porque todos coinciden en que su trabajo ha sido excepcional.

Un veterano banquero ensalzaba estos días el prestigio internacional del gobernador y recordaba un encuentro del sector en el que el presidente del Bundesbank consideró públicamente que Hernández de Cos era «el mejor gobernador de Europa».

Durante sus seis años de mandato, no ha tenido que hacer frente a ningún susto en el sector financiero español, pero sí una pandemia que afectó de lleno a la economía española y que le llevó a felicitar al Ejecutivo por las medidas para proteger las rentas o los avales del ICO para que las empresas pudieran capear la situación.

Sin embargo, se mostró siempre crítico con las debilidades de la economía española, recomendó una y otra vez control del gasto público y un plan creíble de consolidación fiscal, al tiempo que abogó por medidas temporales para hacer frente a la inflación dirigidas únicamente a los colectivos más afectados.

Con Nadia Calviño todavía en el Ministerio de Asuntos Económicos y preocupada por las subidas de los tipos de interés en Europa, avisó del impacto negativo que podrían tener medidas generalizadas de protección a los hipotecados o un impuesto específico a la banca, a la que siempre recomendó prudencia.

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