Eurostat sigue sin reconocer ninguna modificación del PIB por parte del INE

Lo lógico sería que el Instituto Nacional de Estadística, antes de publicar cualquier dato actualizado sobre el PIB, informase primero a Eurostat de dicha modificación, le explicase por qué se ha producido y que este de forma inmediata actualizase los datos.

No tengo ni idea de si esto se ha producido o no, si le han explicado la nueva metodología, las nuevas fuentes y el nuevo modelo de cálculo que el INE ha seguido para producir cambios tan significativos como para que la deuda de un país pase del 108 % al 105 % y que el déficit se reduzca del 3.67 % al 3.5 %.

No estamos hablando de que la modificación haya sido de una pequeña proporción, sino más bien todo lo contrario. Estamos hablando de cosas muy serias que han ido modificando el crecimiento real de la economía en los últimos 3 años en más de un 2 %.

Pero más asombroso todavía es que los resultados que Eurostat mantiene en su serie histórica del PIB no se hayan modificado ni en el 2021, ni en el 2022, ni en el 2023, y que hoy la diferencia sea de esos 36.435 millones de euros que ha ido incrementando el INE en términos nominales.

La realidad es que algo tiene que estar pasando entre las dos instituciones, porque en absoluto es normal que a estas alturas los datos del 2021 y del 2022 no se hayan actualizado, y que podamos entender que para los de 2023 haya algún retraso, aunque es simplemente retocar una cifra en el conjunto de los datos del PIB y las demás cifras que componen este para que cuadren sin problemas los datos estadísticos.

Pero, o nadie se ha preocupado, o nadie le ha pedido a Eurostat que lo actualice, o nadie en Eurostat quiere meterse a modificar nada sin recibir las pertinentes explicaciones.

Pero esto, desde luego, no suena nada bien, y algo huele a problemas entre las dos organizaciones.

Solo con los datos que ha publicado el INE no es posible hacer un análisis serio y profundo de lo que han hecho realmente. Solo facilitan datos nuevos y no muchos, en términos corrientes. No han publicado nada en términos reales salvo que la economía española ha crecido un 2.7 %, que realmente es un 2.647 %, en el 2023, en lugar del 2.5 %, y que, por lo tanto, la economía española en el 2022 creció un 0.9 % sobre la del 2019, cuando partíamos de que habíamos decrecido, que luego igualamos y que ahora somos superbuenos y crecimos un 0.9 %.

Está claro que a Eurostat, o no le gusta el procedimiento que ha seguido el INE, o no se da por enterado de las modificaciones y por ello he preparado este cuadro que van a ver ustedes, en términos nominales, donde podrán comprobar las diferencias que hay entre las dos agencias, la europea y la española:

Así podemos comprobar que entre el dato actualizado por el INE de 2020 hay una modificación de 10.204 millones con respecto a lo que tiene publicado Eurostat, que supone un 0.9 % de incremento en los datos del INE.

En 2021 la cifra ya se va a una diferencia de 13.184 millones de euros, que supone que el INE tiene un dato publicado de un PIB 1.1 % superior, en términos nominales.

Pero la diferencia a 2022 ya se va a 27.252 millones, que significa que Eurostat tiene un PIB publicado para España de un 2 % inferior al que publica el INE, y en 2023 la cifra ya se dispara en 36.435 millones, que es una diferencia del 2.5 %.

Pero tan llamativo como esto es que el Banco de España sigue manteniendo en su web que la cifra de deuda a cierre de 2023 es de un 107.7 %, calculada con el PIB de 2023 de Eurostat, y en el primer trimestre de este año es de un 108.9 %, y lo mismo mantiene un PIB que es el que publica Eurostat al cierre del primer trimestre.

Vamos, que Manzanera todavía no ha hablado con Escrivá, ni Carlos Cuerpo tampoco. Andan muy atareados en contar lo bien que va España. Los cálculos los han hecho ellos y se han quedado tan contentos.

Me imagino que en cuanto este artículo salga a la luz habrá una llamada de cabreo de Escrivá exigiendo una inmediata rectificación del porcentaje de deuda del que, por si acaso, he guardado el documento a buen recaudo, por si es necesario usarla algún día, no vaya a ser que esta noticia se convierta en fake.

Por desgracia estamos en unos momentos en que todo se ha convertido en basura, y ya no podemos saber si una cifra es verdadera o falsa, pues todo depende del político de turno y su decisión.

¿Dónde estarán aquellos Economistas del Estado, aquellos Técnicos Comerciales del Estado y aquellos Estadísticos Facultativos, que eran lo mejor de la información económica de nuestro país?

Y lo peor: ¿por qué se han quedado mudos?