Carta de despedida a Teresa Ribera con algunos datos que no le gustarán

Qué alegría y que alboroto siento en mi interior sabiendo que dentro de poco tomará usted las de Villadiego. Saldrá a su nuevo puesto donde tratará de trasladar todas sus maldades a los países miembros de la Unión Europea, aunque creo que lo primero que va a tener que hacer es tragarse las centrales nucleares de la Unión, que le van a producir una tremenda alergia y la necesidad de inyectarse antihistamínicos a borbotones.

Así que me alegro de que entre usted con su pie izquierdo a su puesto de comisaria y que ese pie izquierdo le sirva para darse cuenta de que en la Unión Europea no le va a ser tan fácil domesticar a los países como en España ha hecho usted con las empresas.

En cualquier caso, hoy me voy a permitir demostrarle lo mal que lo ha hecho y que, por muy talibán ideológico que usted sea, de lo verde no siempre se consiguen las cosas por ordenarlas.

Eurostat publicó hace unas semanas los datos de la emisión de gases invernadero, en toneladas por habitante, para todos los países de la Unión Europea y esto me he permitido comparar los datos a 31 de diciembre de 2019, cuando se anunció el famoso Pacto Verde y el último dato publicado con los resultados del primer trimestre.

Las estadísticas de Eurostat lo que recogen son los datos del CO₂ emitido y la conversión a CO₂ del Dióxido de Nitrógeno (N2O), que es otro de los gases de efecto invernadero, del CH4, también conocido como metano y su equivalente en CO₂.

Los HFC (hidrofluorocarbonos) que son una clase de compuestos orgánicos formados por átomos de hidrógeno, flúor y carbono. Estos últimos son comúnmente utilizados como refrigerantes, agentes espumantes, propulsores de aerosoles y en otras aplicaciones industriales. Surgieron como sustitutos de los CFC (clorofluorocarburos) y los HCFC (hidro clorofluorocarburos), que fueron prohibidos debido a su efecto dañino sobre la capa de ozono, que también se convierten en equivalente de CO₂.

Los PFC (perfluorocarbonos) que son compuestos formados por átomos de carbono y flúor, son compuestos extremadamente estables debido al fuerte enlace entre el carbono y el flúor, lo que les otorga una serie de propiedades útiles, pero también ciertos problemas ambientales y que Eurostat también convierte su emisión en equivalente a CO₂.

El SF6, o hexafluoruro de azufre, que es un gas incoloro, inodoro, no inflamable y extremadamente estable, compuesto por un átomo de azufre y seis átomos de flúor. Se utiliza en diversas aplicaciones industriales, pero también tiene importantes implicaciones ambientales y que también se convierte a equivalente en emisiones de CO₂.

Por último, el NF3, o trifluoruro de nitrógeno, es un gas incoloro, tóxico y no inflamable, compuesto por un átomo de nitrógeno y tres átomos de flúor. Es utilizado principalmente en la industria de semiconductores y de pantallas planas, aunque también tiene implicaciones ambientales importantes.

Vamos que después de esto parece que hasta sé algo de gases invernadero y lo único que he hecho ha sido entender la estadística que produce Eurostat.

Podremos ver que la futura comisaria y vicepresidente de la Comisión Europea ha conseguido que, con su delicada labor y dedicación, España ocupe el puesto número 17 en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero convertidos en toneladas de CO₂, desde que se inició el Pacto Verde

La Unión Europea, ha conseguido reducir un 11,7 % las emisiones de estos gases desde el 31 de diciembre de 2019 hasta el 31 de marzo de 2024, en 17 trimestres a ritmo de un 0,69 % por trimestre y nuestra talibán preferida ha conseguido exactamente la misma cifra.

Mientras que países que no van de progres como los Países Bajos, consiguen casi reducir el doble o países como Rumanía que emiten todavía menos que nosotros, bajan un 20,8 %.

Así tenemos que Alemania también consigue, sin tantos aspavientos como nuestra ministra, reducir en mucho más estas emisiones.

Está claro que no por mucho madrugar amanece más temprano y que nuestra ministra no por mucho predicar ha conseguido convencer. Su talante mandón, poco negociador y con exigencias chantajistas de que o lo haces o te empapelo o te subo los impuestos o te sanciono dejándote sin Fondos Next Gen, no solo no ha conseguido triunfar, sino que además los empresarios huyan de ella y como yo, se alegren de su marcha a la Unión Europea.

No sé si lo que vendrá será incluso peor, pero en estos momentos brindo con mi taza de café porque le vaya mal no, lo siguiente, pase cinco años de verse controlada y supervisada, eso sí a cambio de recibir un auténtico dineral.