Podemos logra solo un escaño y se convierte en un partido residual en Castilla y León

Podemos pierde un escaño en Castilla y León. De los dos procuradores con los que contaba hasta ahora únicamente ha conservado uno de ellos.

La formación liderada en la región por Pablo Fernández no ha logrado el resultado buscado y se ha convertido en una fuerza residual que tampoco ha podido sumar con los 28 escaños que ha conseguido el PSOE.

El candidato ha votado en los comicios en el edificio San Marcelo del Ayuntamiento de León donde ha pedido a los ciudadanos que también «ejerzan su derecho a voto».

La formación comenzó su campaña electoral con mal pie. Las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la mala calidad de la carne española sembraron un mal punto de partida en una región en la que la ganadería juega un papel muy importante.

Mudanzas Mañueco

La formación morada comenzó su campaña con sacando a las calles una furgoneta en la que podía leerse el letrero «Mudanzas Mañueco». La propia ministra de Asuntos Sociales y secretaria general, Ione Belarra, acudió esta semana a la región para asegurar que en estas elecciones «se elige al señor Mudanzas Mañueco, el candidato de la corrupción y de los problemas más graves de Castilla y León» o, por otro lado, a Pablo Fernández «el único que se atreve a cantarle las 40 a Mañueco, a decir verdades que nadie más se atreve y que tiene las manos libres porque no le debe nada a ningún poderoso para impulsar los cambios que necesita Castilla y León».

En la campaña también ha participado el ex líder del partido, Pablo Iglesias, que protagonizó unas polémicas declaraciones en las que defendió a Podemos argumentando que ahora que «no era político, no tenía que mentir».