Cataluña  Borràs se escuda en la «dignidad del Parlament» para no dimitir tras ser procesada por corrupción

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, tiene claro que no va a dar «ningún paso a un lado», tal y como lo reclaman no sólo los partidos de la oposición, sino también ERC, después de que el TSJC la haya procesado por un presunto fraude en 18 contratos públicos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes. «Es precisamente pensando en la dignidad del Parlament que considero que no he de dimitir», sentenciaba Borràs, quien también proclamaba que «soy inocente, lo reitero una vez más».

Así lo avanzaba Borràs en una comparecencia ante los medios en la que también ha dicho sentirse «orgullosa» del trabajo realizado cuando dirigía la Institució. La presidenta del Parlament se refería a las formaciones que han pedido su dimisión para preservar el prestigio de la institución, en una clara referencia, aunque sin nombrarla explícitamente a ERC, a las que reprochaba que eso suponga «subvertir» el derecho a la presunción de inocencia, además de «omitir la represión».

Por lo demás, la presidenta del Parlament ha tirado de manual, ha insistido en que detrás de su caso hay «persecución política» y se ha mostrado convencida de que no habría llegado tan lejos desde el punto de vista judicial si no hubiera sido independentista. «Lo que censuro es que se quiere aprovechar a la autoritaria justicia española como excusa para apartarme. Denuncio que se me quiera condenar antes de ser juzgada», decía Borràs durante su comparecencia.

La presidenta de la cámara ha dejado claro que no se piensa rendir a pesar de que tiene la sensación de que «difícilmente» su caso acabará bien. Y ha pedido a los partidos, en especial a los independentistas, a que no contribuyan «a la degradación» alimentando el debate alrededor de su situación.

La presidenta del Parlament y tres personas más, recordemos, están procesadas por los presuntos delitos de fraude administrativo, falsedad en documento mercantil, delito continuado de prevaricación administrativa y otro de malversación de caudales públicos. Borràs habría adjudicado a un conocido suyo, Isaías Herrero, hasta 18 contratos, por valor de casi 260.000 euros cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) entre 2013 y 2017. Para ello, los habría fraccionado de forma irregular, para no levantar sospechas.