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El yihadista que asesinó a un sacristán en Algeciras: «Le maté porque era el demonio. No me arrepiento»
El Debate accede a la confesión y al atestado policial de la detención de Yassin Kanjaa
Yassin Kanjaa nació en Marruecos hace 25 años. Tiene tres hermanos, todos varones, que viven allí. Estudió la ESO y trabajó como camarero en su país antes de venir a España. Llegó a principios de 2022. Tenía una orden de expulsión pendiente. «Quise cumplirla. Me presenté en el consulado de mi país, pedí regresar pero no me hicieron caso». En España no hacía nada, salvo fumar hachís. Vivía en una casa ocupada con otras 8 personas y subsistía con el dinero que le mandaban sus padres desde Marruecos.
El pasado mes de enero, Kanjaa asesinó a un sacristán de una iglesia del centro de Algeciras. También hirió a cuatro personas, entre ellas a un sacerdote de otro templo católico. La policía lo detuvo poco después y él confesó: «Soy el mensajero de Dios, la persona que a la que maté era el demonio. Era Satán y me metía imágenes de muerte en la cabeza. También era un demonio el sacerdote al que asalté. No me arrepiento de nada y, de hecho, si pudiese, volvería a hacerlo».
Cronología de los hechos
- De 18:30 a 18:45: Yassin Kanjaa accede a la iglesia de San Isidro e increpa a algunos feligreses, saliendo acto seguido de la iglesia.
- A las 18:58: Yassin se localiza en su domicilio, conscientemente apaga el teléfono móvil, lo guarda en un cajón y abandona el mismo portando un machete.
- A las 19:00: Yassin Kanjaa agrede a Anhmed Lazim en la calle Cristóbal Colón.
- A las 19:15: Yassin Kanjaa accede nuevamente a la iglesia de San Isidro agrediendo al sacerdote Antonio Rodríguez Lucena.
- A las 19:28: Yassin Kanjaa accede a la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, atacando con un machete al sacristán Diego Valencia Pérez, el cual huye a la calle.
- A las 19:29: las cámaras municipales de la Plaza Alta de Algeciras captan a una persona (Diego Valencia Pérez) huyendo de otra persona que porta un machete (Yassin Kanjaa), la cual va golpeando con el machete en reiteradas ocasiones a Diego por la plaza hasta que cae al suelo y es rematado por Yassin.
- A las 19:30: las cámaras municipales de la Plaza Alta de Algeciras registran a Yassin Kanjaa abandonar la plaza y dirigirse al Santuario de Nuestra Señora de Europa, sito en una de las esquinas de la Plaza Alta, tratando de acceder dando varias patadas a la puerta, no consiguiendo entrar finalmente.
- A las 19:31: las cámaras municipales de la Plaza Alta de Algeciras captan a Yassin Kanjaa abandonar la Plaza Alta de Algeciras con el machete en elato por la calle Murillo.
- A las 19:35: Yassin Kanjaa es detenido en la Plaza Mirador de la calle Muro.
En su confesión también explica: «Hace dos meses empecé a con estas ideas, pero hace tres días recibí un flash que me ordenaba que tenía que matar a los demonios o suicidarme». Cuando le pidieron más detalles, Kanjaa se negó a responder: «Lo que he hecho se queda entre Dios y yo». A pesar de la negativa los agentes le insistieron: «Desde hace algo menos de un mes descubrí que estaba pecando y decidí cambiar de estilo de vida. Ahora rezo, doy limosna, aconsejo a mi familia cuando mi familia muestra ideas no acordes a la religión. Tres días antes de matar al sacristán sentí algo raro en mi interior por los ritos que realizaban los cristianos, a los que veía que tenían un pacto con Satanás. Yo quería que dejasen su fe cristiana por considerarlo que pactaban con Satanás: les intenté convencer pero me echaron de la iglesia. En este momento discutió con un marroquí-español que frecuenta esa iglesia por ser converso y no practicar la auténtica religión, el islam».
Kanjaa reconoce que agredió a esta persona con la intención de matarle: «Le dije que trabajaba para la magia que para mí significa hacer un pacto con el diablo. Me echaron de la iglesia la primera vez y fui a por el machete. Me sentía tan mal hacia la práctica religiosa en esa iglesia concreta, que sentí la revelación divina que le decía que debía actuar contra los ritos religiosos de esa iglesia. Volví con el machete porque tenía que matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia».
Justo a continuación describe su comportamiento: «Primero me dirigí a una iglesia, la de arriba, y allí fui hacia hacia el cura que tenía un libro abierto mientras daba misa, y sin tener ninguna misericordia hacia él, porque tenía su corazón odioso, le asesté un golpe en el cuello con la intención de quitarle la vida. Después salí de la iglesia de arriba, hacia la de abajo y allí, nuevamente con la intención de matar al cura de esa iglesia tras verle. El cura se dio cuenta e intentó defenderse con una silla. Me asestó varios golpes. Yo sólo quería cortarle el cuello, matarle, para acabar con su maldad. Le di varios golpes para asegurarme de que le había matado».