Morawiecki y Orbán se suman a Meloni y muestran su apoyo a Abascal a cinco días del 23-J

«Para todos nosotros es crucial que el 23 de julio se estabilice una alternativa patriótica conservadora en la que Vox juegue un papel protagonista y decisivo en la formación del nuevo gobierno nacional. Ha llegado el tiempo de los patriotas». Fueron las palabras que Giorgia Meloni dirigió a los votantes de Vox en el mitin celebrado la semana pasada en Valencia, donde la primera ministra italiana intervino de forma telemática y les pidió «no perder la fe» pese a la «demonización» contra el partido.

Este martes, Mateusz Morawiecki y Viktor Orbán, los primeros ministros de Polonia y Hungría, se han sumado a ella y han querido trasladar públicamente su apoyo a Santiago Abascal y a su formación a cinco días de la cita con las urnas. «Quiero desear a Vox y sus votantes todo lo mejor para vosotros, para vuestro hermoso país, para España, y para que todos los españoles y polacos sepan reconocer lo mejor posible los riesgos, los peligros del presente y del futuro», ha expresado el primer ministro de Polonia, entre los que ha mencionado los que conllevan la inmigración ilegal o las guerras.

«Vox y nuestro partido comparten un sistema común de valores, cuidamos de la familia, las tradiciones, la cultura y la fe», algo que les guía, ha señalado el dirigente polaco, en su acción social, económica y política. «Deseo a Vox, a todos los votantes de Vox y a todos los españoles las mejores elecciones posibles», ha manifestado Moraviecki, que ha animado a elegir a aquellos partidos que «respetan el pasado, respetan la tradición, cuidan sabiamente el presente como Vox y al mismo tiempo tienen el coraje de mirar al futuro de hacer que nuestro continente, Europa, vuelva a ser un extraordinario continente, un actor global».

Por su parte, y en la misma línea, el primer ministro de Hungría ha aseverado que se acercan «una elecciones decisivas» en España, donde los españoles deben decidir el rumbo que tomará el país. Unos comicios con importancia para toda Europa, que, a su juicio, se encuentra «en apuros». «Los burócratas de Bruselas la hunden cada vez más en la crisis y con ella también a los ciudadanos de la UE, españoles y húngaros», ha señalado Orbán, que considera que solo unos gobiernos nacionales fuertes pueden salvar al llamado Viejo Continente.

Uno de los puntos que comparte con Vox, al igual que con los partidos aliados en Polonia o en Italia, es la defensa de la soberanía, y ello ha reivindicado el dirigente húngaro, que ha instado a «proteger nuestras fronteras y nuestra cultura» de la inmigración ilegal que llegue a Europa. También ha llamado a «proteger a nuestros hijos y familias» de la ideología de género. «Necesitamos una España fuerte, un nuevo compañero de armas europeo», ha expresado Orbán. Y ha concluido: «Levanten bien alto las banderas, luchen por la victoria y demuestren que el futuro pertenece a los patriotas».

El partido de Abascal ha tejido una alianza internacional, tanto en Europa como en América, que viene consolidándose con el tiempo y que ha mostrado su respaldo a Vox en muchas ocasiones. Logró reunir a varios líderes europeos, entre ellos a los propios Orbán y Moraviecki, hace más de un año en la Cumbre de Madrid para abordar el futuro de Europa, y más adelante en el festival Viva22, donde mostraron un frente común en la defensa de la soberanía de los países, de las fronteras y de las tradiciones propias de cada nación, y en los últimos meses, Abascal ha visitado personalmente a los primeros ministros de Polonia y Hungría para analizar la situación de la Unión Europea en pleno contexto de guerra en Ucrania.