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Ilustracion Pedro Sanchez Yolanda Diaz Ione Belarra Irene Montero PSOE contra Podemos

Paula Andrade

Crónica política

Podemos radicaliza su discurso y anticipa una convivencia difícil con Sumar y el PSOE

El partido dirigido por Ione Belarra quiere hacer valer sus cinco escaños dentro de la coalición y en Sumar temen que dificulten sus negociaciones con Sánchez

Podemos y la coalición que le dio cobijo para las elecciones generales no terminan de acoplarse. Yolanda Díaz, líder de Sumar, suavizó su línea política creando una formación de tonalidades rosas que no convence a un Podemos dispuesto a marcar distancias y hacer notar su personalidad propia.

Los morados no se resignan y, a pesar de solo contar con cinco escaños, se sienten protagonistas amparados por el peso con el que contaban en la legislatura recién finalizada donde llegaron a formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez.

Pero los tiempos han cambiado y Díaz es ahora la cara visible de la izquierda que antes representaba Pablo Iglesias. La vicepresidenta del Ejecutivo en funciones tiene claro que es necesario un entendimiento con el PSOE para conseguir un Gobierno menos friccionado que el anterior, donde las continuas críticas de Podemos irritaban al ala socialista.

Por su parte, a Podemos le preocupa diluirse en Sumar al contar únicamente con un 16 % de presencia dentro del Congreso de los Diputados. Por este motivo, los morados quieren llevar la voz cantante y hacer visibles las líneas programáticas de su partido. Ejemplo de ello han sido las exigencias presentadas para la negociación de la Mesa del Congreso. Los de Ione Belarra reclama que se retiren las imágenes del Rey Juan Carlos I de los pasillos de la Cámara Baja, que se haga uso de lenguas cooficiales dentro de la Cámara Baja y que se restrinja la entrada a los medios de comunicación que consideran inadecuados. Según el partido, su intención es que la presidencia del Congreso la ocupe una figura «verdaderamente progresista en la próxima legislatura».

Además, hay que tener en cuenta la sinuosa historia previa entre ambos partidos y el rechazo de Díaz a la figura de Irene Montero dentro del organigrama de la nueva formación. El propio exvicepresidente del Gobierno y ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, arremetió contra la ministra de Trabajo en funciones por su veto «unilateral» e «injusto» hacia la que es, además, su pareja sentimental y madre de sus hijos.

Un problema para el PSOE

El problema de las imprevisibles reacciones de Podemos no solo afecta a Sumar. Los socialistas temen que los morados hagan imposible su vida legislativa. Los cinco escaños pueden convertirse en un arma de doble filo que se traduzca en una constante amenaza de ruptura de la disciplina de voto que impida sacar adelante las medidas pactadas con Sumar.

Además, Podemos ha demostrado en varias ocasiones que no dudará en plantarse ante el PSOE si no están de acuerdo con las decisiones de Sánchez. Así ocurrió durante la guerra de Ucrania, cuando su intención era detener el envío de armas al bando ucraniano.

Los continuos desencuentros entre ambos dejaron en el limbo leyes como la de vivienda o la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Por el momento, el partido de Belarra tendrá que demostrar sus intenciones el próximo 17 de agosto donde, aunque de manera improbable, su voto puede suponer el primer bache para Pedro Sánchez.

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