Las autoras del informe encargado por Puente sobre Ábalos aseguran que «hay 6 millones de mascarillas» sin justificar

Las dos inspectoras del Ministerio de Transportes de Oscar Puente que confeccionaron el informe encargado por éste sobre la etapa de su antecesor en el cargo, José Luis Ábalos, han asegurado ante el juez Ismael Moreno que la adjudicación de los contratos de material sanitario a la empresa de la trama, Soluciones de Gestión, no están justificados.

Además, el testimonio de ambas auditoras ante el magistrado ha puesto sobre la mesa que el destino de «seis millones de mascarillas» adquiridas por el Departamento de Ábalos, a la presunta «organización criminal» de Víctor de Aldama, está sin documentar.

Según han confirmado a El Debate fuentes próximas a la causa, las técnicos Sara Anguita y Ana Balbás han ratificado sus conclusiones iniciales ante el instructor, apuntando cómo el material adquirido por Transportes, a la mercantil bajo la lupa, «llegó al aeropuerto» de Barajas pero «no ha podido acreditarse» la identidad del «adjudicatario» final las mismas. Esto es, no hubo problemas en la recepción de las mascarillas pero sí en el seguimiento y control de su posterior distribución.

Las inspectoras han confirmado que hay 440.000 mascarillas, compradas a la trama de Aldama, almacenadas en Azuqueca de Henares

En este punto, las dos funcionarias han desmentido parte del testimonio de David Belmar, ex subdirector general de Planificación de la Secretaría de Estado de Seguridad que afirmó ante la Oficina de Investigación del Fraude (ONIF) que el Ministerio de Transportes prestó mascarillas a Interior para que más tarde fueran devueltas. Tanto Anguita como Balbás a reducido este extremo a una pequeña donación que no permite explicar el destino del material.

Un dato que, tras el contundente informe entregado en sede judicial, la semana pasada, por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil –sobre la responsabilidad «directa» del ex ministro de Transportes en las gestiones de compraventa de las mascarillas desde su Departamento, en plena pandemia, adelantado en primicia por este diario– sería la puntilla definitiva para Ábalos.

Cabe recordar que en el dictamen del Departamento de Óscar Puente ya asomaba cómo el exministro José Luis Ábalos en las maniobras de la presunta trama corrupta no fue casual o fortuita sino el ex secretario de organización del PSOE mantuvo un perfil alto desde el comienzo. No en vano, tan sólo una semana después de que el Consejo de Ministros activase el confinamiento vinculado al primer estado de alarma, Ábalos firmó dos órdenes ministeriales sucesivas dando su visto bueno a la compra de las mascarillas ofertadas por Soluciones de Gestión, la empresa del comisionista detenido Víctor de Aldama.

Sin embargo, mientras en un primer momento, se aceptó la adquisición de una partida de cuatro millones de mascarillas, tan sólo unos minutos después, Ábalos visaba el doble de la cantidad, ocho millones, sin que hasta la fecha haya podido aclararse el motivo de dicho cambio más allá de que fuese el propio Koldo –a quien señalan como elemento «desestabilizador» dentro del Ministerio– el que comunicase a su jefe, tras consultarlo con Aldama, que «ocho millones o nada».

En esta misma línea, los agentes de la UCO señalaron al ex ministro como «la persona que se encontraba al cargo de las gestiones de la contratación» con la principal empresa de la trama, para la venta de material sanitario al Gobierno. «Las gestiones las estaba llevando él directamente», recoge el documento de 233 páginas al que tenía acceso El Debate, en primicia.

Reforzando esta última cuestión, los investigadores hacían referencia expresa a un mensaje en el que el asesor y hombre de confianza de Ábalos, Koldo García Izaguirre, detenido como presunto miembro de la «organización criminal», envió a Aldama -«nexo corruptor» de la misma con la administración estatal- para decirle: «Lo que sea, me dice Jose» [Luis Ábalos], «pero que estén las mascarillas», retransmitiendo Koldo «instrucciones directas de Ábalos sobre la contratación» del material sanitario. Un episodio que, así las cosas, encajaría con ese cambio de cantidad, tan elevado e inmediato, al que apuntan las auditoras.

«Es revelador», destacó la UCO, «además, que las directrices no se comuniquen al personal perteneciente a la empresa Soluciones de Gestión, sino que se haga directamente a Aldama, lo que evidencia su nivel de responsabilidad en los contratos investigados».