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El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán comparece en la comisión del Congreso que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017

El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán comparece en la comisión del Congreso que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017Europa Press

Centro Nacional de Inteligencia

El fango separatista redobla su campaña contra el CNI y trata ahora de desacreditar al general Sanz Roldán

Los partidos separatistas ERC y Junts han redoblado su campaña contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la comisión del Congreso que investiga los atentados yihadistas del 17-A en Cataluña. Esta comisión fue impulsada por el separatismo para dar pábulo a su teoría de la conspiración, que en esencia consiste en difundir que el atentado fue permitido por los servicios de Inteligencia del Estado para desestabilizar Cataluña poco antes del referéndum ilegal sobre la independencia del 1 de octubre de 2017. El desarrollo de la comisión ha constatado que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, considerado cerebro de los atentados, no fue confidente del CNI. Así lo afirmó el exdirector del Centro general Félix Sanz Roldán y lo confirmaron los documentos desclasificados, que revelaron que se descartó captarlo por su «tendencia al engaño» y su capacidad para manipular. Lo cierto es que el grueso de las comparecencias, incluida la del mayor de los mossos José Luis Trapero, dejaron KO al independentismo.

Ahora, tanto Junts como ERC han redoblado su campaña de ataques contra el Centro tras publicar el diario Abc que el CNI pagó 500 euros mensuales a Es Satty como confidente hasta la fecha de los atentados. El supuesto pago choca frontalmente con la información aportada por Sanz Roldán durante su comparecencia en la comisión de investigación, el pasado noviembre, cuando afirmó que el imán «nunca» fue «colaborador ni informador del CNI». Fuentes de inteligencia corroboran que Es Satty nunca fue colaborador, ni informador, ni estuvo vinculado al Centro, ratificando la declaración del general Sanz Roldán frente a los supuestos pagos.

El terrorista yihadista Mohamed Houli Chemlal comparece en la Comisión de Investigación del 17A

El terrorista yihadista Mohamed Houli Chemlal comparece en la Comisión de Investigación del 17A esposado y con un fuerte dispositivo policialEuropa Press

Entusiasmo separatista

La información de Abc ha sido recibida con entusiasmo en los cuarteles generales del separatismo, al considerar que supone un importante balón de oxígeno cuando ya daban por perdida la comisión ante la contundencia de los hechos expuestos. El separatismo ha visto en el inesperado espaldarazo la oportunidad de redoblar su estrategia de desestabilización contra el Estado. De entrada, Junts y ERC han reclamado que el exdirector del CNI comparezca de nuevo en el Congreso para explicar los supuestos pagos al imán de Ripoll. Pero no solo eso. Junts quiere que el Gobierno desclasifique más documentos, y también ha pedido nuevas comparecencias en el Congreso, entre ellas la del actual secretario general del centro, Luis García Terán, exjefe de la División de Contraterrorismo de Gerona. En concreto, según consta en el escrito que ha dirigido a la comisión del Congreso que investiga los ataques, Junts quiere tener acceso a los informes de la División de Contraterrorismo de Gerona relacionados con Es Satty, durante su estancia en Ripoll. Y también ha dejado abierta la puerta a reclamar que regresen al Congreso el exministro de Interior Juan Ignacio Zoido y su secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto. A su juicio, tanto ellos como Sanz Roldán «mintieron» ante la comisión.

Carles Puigdemont

Carles PuigdemontEuropa Press

ERC aprovecha para atacar al Rey

Por su parte, ERC también ha visto la supuesta información como un balón de oxígeno para retomar sus ataques al Estado. El portavoz separatista en el Congreso, Gabriel Rufián, ha cargado con insultos contra el CNI. «No sólo eran inútiles, sino que además eran negligentes y unos absolutos irresponsables», ha indicado, denunciando que esos ataques «de forma indirecta se acabaran financiando dinero público».

Además, ha acusado a Sanz Roldán de haber estado «más preocupado en quitar urnas» para parar el referéndum independentista y en «tapar las corruptelas de un rey absolutamente corrupto» que en «hacer su trabajo», que «era intentar detectar uno de los peores atentados del sur de Europa de la historia reciente».

La ministra de Defensa, Margarita Robles, recordó por su parte que «todo lo que hace referencia a los terribles atentados» de Cataluña ya fue juzgado, condenado y ratificado en diversas instancias. «En un Estado democrático quienes determinan las responsabilidades son los jueces», subrayó, al tiempo que expresó su «máximo respeto por la labor que desarrolla el CNI» y ha subrayado que el centro de inteligencia «siempre cumple la legalidad».

Diez claves

Desde los atentados del 17 de agosto de 2017 en Cataluña, el independentismo ha tratado de impulsar una teoría conspirativa que vincula al Estado, y en particular al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con los ataques. Sin embargo, la desclasificación de documentos del CNI ha refutado esta versión, dejando en evidencia la falta de sustento de la teoría defendida por el entorno de Carles Puigdemont. A continuación, resumimos diez elementos claves que anulan la teoría conspiranoica separatista:

1. Es Satty era un delincuente común antes de su radicalización

Abdelbaki Es Satty no tenía antecedentes de radicalismo islamista cuando fue arrestado en 2010 en Ceuta por intentar introducir 40 kilos de hachís desde Marruecos. Su condena a cuatro años de prisión lo identificaba más como un delincuente de poca monta que como un yihadista peligroso. Durante su estancia en prisión, su nombre apareció en una investigación sobre una red de captación de yihadistas en 2006 (Operación Chacal), pero sin pruebas concluyentes de su implicación directa.

Abdelbaki Es Satty

Abdelbaki Es SattyEl Debate

2. Interés del CNI en Es Satty: evaluación y descarte

El CNI consideró a Es Satty como una persona de posible interés por dos razones:

• La necesidad de evaluar su nivel de riesgo yihadista, ya que las prisiones son un foco de radicalización.

• La posibilidad de reclutarlo como confidente, algo habitual en el trabajo de inteligencia.

Por ello, se realizaron tres entrevistas con él en 2014 en el marco de una prospección rutinaria. Sin embargo, tras su evaluación, los agentes concluyeron que Es Satty no era una fuente fiable. Un informe grafo-psicológico confirmó que no generaba confianza, por lo que se descartó su captación como colaborador.

3. Fin del seguimiento tras salir de prisión

Al ser liberado, se mantuvo un breve control de sus actividades y se detectaron contactos con delincuentes con antecedentes por narcotráfico, pero no con redes yihadistas. En un contexto donde había 610 yihadistas en la lista de vigilancia del CNI, se decidió dar por concluido su seguimiento, ya que no representaba una amenaza inminente.

Tras quedar fuera del radar de los servicios de inteligencia, Es Satty se trasladó a Ripoll, donde comenzó a ejercer como imán en la mezquita Annour. Fue allí donde se estima que se radicalizó, sin que el CNI tuviera conocimiento ni relación con él en ese proceso.

4. La lucha contra el yihadismo y la falta de indicios sobre Es Satty

En los años previos a los atentados de Barcelona y Cambrils, la prioridad del CNI era la lucha contra el terrorismo islamista. En 2017, España tenía identificados 610 individuos en proceso de radicalización, con especial atención a los combatientes retornados de Siria e Irak. Las cifras del Ministerio del Interior reflejan una presión constante contra el yihadismo:

• 36 yihadistas detenidos en 2014

• 75 en 2015

• 69 en 2016

• 76 en 2017

Dentro de este marco, Es Satty nunca fue identificado como una amenaza seria, lo que desmonta la idea de que el CNI lo utilizó o protegió para cometer los atentados.

Ramblas de Barcelona tras los atentados yihadistas de 2017

Ramblas de Barcelona tras los atentados yihadistas de 2017

5. Contundente negación del exdirector del CNI

En la comisión de investigación del Congreso, el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, desmintió categóricamente cualquier vínculo entre Es Satty y el Centro de Inteligencia. «Nunca fue ni colaborador ni informador», aseguró, calificando de «infamia» la idea de que el CNI pudo evitar los atentados y no lo hizo. Además, recordó que los Mossos d’Esquadra, en palabras de su entonces máximo responsable, Josep Lluís Trapero, reconocieron la cooperación leal y efectiva con el CNI en la lucha antiterrorista.

6. Desclasificación de documentos: un golpe a la teoría separatista

El independentismo exigió la desclasificación de documentos del CNI con la esperanza de encontrar pruebas de la supuesta colaboración de Es Satty con el Centro. Sin embargo, la información desclasificada demostró lo contrario: Es Satty fue descartado como informante en 2014, y no hubo contacto posterior con él.

7. Declaraciones sin pruebas del terrorista Mohamed Houli Chemlal

En un intento por sostener la teoría conspirativa, Junts per Catalunya logró que Mohamed Houli Chemlal, condenado a 36 años de prisión por los atentados, compareciera ante la comisión del Congreso. Allí acusó al CNI de permitir que Es Satty montara la célula terrorista. Sin embargo, no presentó ninguna prueba que respaldara su afirmación, limitándose a decir que «no lo dijo antes por miedo».

Los portavoces parlamentarios le pidieron pruebas, a lo que respondió: «Las pruebas no las tengo que buscar yo». Su declaración coincide con la teoría promovida por el excomisario José Manuel Villarejo, también sin pruebas, lo que demuestra que la acusación se basa en meras conjeturas.

8. La ausencia del testigo clave de la supuesta huida de Es Satty

Otro de los elementos clave de la teoría conspirativa era la supuesta huida de Es Satty tras la explosión del chalet de Alcanar, donde la célula terrorista preparaba los atentados. Un testigo que aseguraba haberlo visto huir fue citado a la comisión, pero nunca se presentó.

9. Josep Lluís Trapero desmonta la conspiración

Josep Lluís Trapero, entonces mayor de los Mossos, también declaró ante la comisión y negó cualquier irregularidad en la gestión de la investigación. Aseguró que «nada más se pudo hacer» para evitar las muertes y que el CNI colaboró de forma leal. Sus declaraciones refuerzan la idea de que no hubo ocultación de información ni conspiración alguna.

El mayor de los Mossos d'Esquadra en el momento de los hechos, Josep Lluís Trapero, comparece en la Comisión de Investigación del Senado sobre el 17-A

El mayor de los Mossos d'Esquadra en el momento de los hechos, Josep Lluís Trapero, comparece en la Comisión de Investigación del Senado sobre el 17-AEuropa Press

10. Puigdemont y la manipulación de la realidad

A pesar de todas las pruebas en contra, Carles Puigdemont sigue promoviendo la teoría conspirativa desde el extranjero. En redes sociales, insistió en que «el Estado esconde mucha mierda», ignorando las pruebas y testimonios que desmienten su versión. Ahora se ha encontrado con una baza inesperada. Da igual que sea verdad o mentira. Le vale para revitalizar su teoría, cuyo principal destinatario son las bases de Junts para alimentar su odio al Estado.

En definitiva, las pruebas demuestran que Es Satty nunca fue colaborador del CNI y que su radicalización y planificación de los atentados ocurrieron fuera del radar de los servicios de inteligencia. Las acusaciones independentistas se basan en especulaciones sin pruebas, promovidas con fines políticos. La estrategia de Puigdemont y su entorno, lejos de fortalecer su discurso, ha quedado desacreditada tras la desclasificación de documentos y las declaraciones de los principales responsables de la lucha antiterrorista en España.

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