El líder del PSC, Salvador Illa, a su llegada a una reunión de la ejecutiva del PSC.

El líder del PSC, Salvador Illa, a su llegada a una reunión de la ejecutiva del PSC.Europa Press

Elecciones en Cataluña

Cataluña tiene su primera mayoría no independentista desde 1980, pero la deriva socialista la impide

Si el PSC no fuera aliado político del independentismo hoy se hablaría de la posibilidad de un tripartito constitucionalista con el PP y VOX

Con 26 escaños los partidos constitucionalistas, PP y VOX, obtuvieron ayer su cuarto mejor registro de la historia. Si bien es cierto que el resultado mejora sustancialmente los 20 escaños con los que hasta ahora contaban VOX, Cs y PP en el parlamento catalán aún están lejos de los 40 logrados en 2017 cuando Cs se alzó con 36 y el PP aportó otros 4.

Los 26 escaños de ayer, si bien son meritorios también están diez diputados por debajo de los obtenidos en 2015 (25 de Cs y 11 del PP) y sitúan a dos escaños de los 28 logrados en 2012 (19 del PP y 9 de Cs). Con 15 escaños el PP consigue su tercer mejor resultado histórico y VOX resiste al repetir sus 11 escaños.

El constitucionalismo, visto en conjunto, tiene motivos para la satisfacción en Cataluña. Ambos partidos obtienen representación en las cuatro provincias catalanas, el PP aprueba su siempre difícil asignatura de Gerona y ahora el reto es convertir estos diputados en una mejor implantación territorial, gran hándicap de los partidos constitucionalistas que deben hacer frente al hostigamiento social a sus candidatos locales.

En muchas ciudades del entorno de Barcelona PP y VOX logran resultados cercanos al 30%, como es el caso de Badia del Vallés, en este caso con VOX por delante del PP. En la ciudad de Barcelona, la victoria del PP en un distrito (Sarriá-San Gervasio) en elecciones autonómicas es un dato inédito pero el mejor síntoma para los constitucionalistas es que ambos han podido crecer un total de 266.000 votos y más de 7 puntos por encima de los 4,8 puntos y 136.000 perdidos por ciudadanos.

La mejor noticia para Feijóo y Abascal es que los expertos en análisis de datos señalan que el crecimiento del PSC ha sido a costa de ERC y Sumar y que la caída de estos es más importante que el ascenso del PSC lo que pone de manifiesto que el constitucionalismo ha sido capaz de captar voto en las redes del PSC y que el manifiesto promovido por Nicolás Redondo, Sergio Fidalgo y otros habría tenido en mayor o menor medida su efecto. La amnistía no habría sido gratis total para los socialistas.

El voto constitucionalista se ha movilizado más que el independentista y aunque la participación ha sido una de las más bajas de la historia de las elecciones catalanas dicha participación se ha redistribuido mejorando en el entorno de Barcelona capital y estancándose en los municipios del interior de Cataluña más adeptos a los partidos independentistas.

Por ejemplo, la participación en Vic, municipio donde el voto independentista alcanza el 70%, creció 1,5puntos frente a los 5 puntos que subió en L’Hospitalet donde el PSC ha quedado primero seguido del PP.

Tripartito constitucionalista

Con la excepción de las primeras elecciones, en 1980, el independentismo siempre había sumado mayoría parlamentaria. Si el PSC no hubiera tomado hace mucho tiempo la decisión de ser aliado político del independentismo hoy en Cataluña se hablaría de la posibilidad de formar un tripartito constitucionalista con el PP y VOX garantizando la mayoría.

Es un escenario del que no gozó Arrimadas con el PSC y el PP en 2017, pero hace muchos años que el PSC siempre que tiene que elegir entre el PP y los independentistas se une al separatismo. Garcia Albiol, hoy alcalde popular de Badalona con mayoría absoluta, lo ha sufrido en sus carnes tres veces.

En Escocia los laboristas, los conservadores y los liberal-demócratas colaboraron para evitar la salida de los escoceses del Reino Unido, si el mismo referéndum se hubiera llevado a cabo en Cataluña los socialistas se hubieran alineado con los independentistas.

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