Comité Económico Social y Europeo

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El laberinto catalán

El Gobierno cuela el catalán en Bruselas por la puerta de atrás

La estrategia fijada por la Generalitat de Cataluña y el Gobierno es la de lograr la oficialidad por el peso de constatar que muchas instituciones ya usan el catalán con toda normalidad

El comité Económico y Social Europeo (CESE) autorizó esta semana el uso del catalán, el vasco y el gallego en sus plenarios. La medida ha sido presentada por el gobierno español como una muestra de su compromiso por lograr la oficialidad del catalán en Europa. El CESE es un organismo consultivo, cuyos informes son preceptivos, pero no de obligatorio cumplimiento, cuenta con 329 miembros de los que seis, un 1,82 %, son catalanes.

De ahora en adelante Jaume Bernís (sector agrario, miembro de CONPYMES), Josep Puxeu (Ecoembes), Manuel Delgado (UGT-SEAT), María Nikolopoulo (CC.OO), Isabel Yglesias (CEOE) y Maria Helena de Felipe (Vicepresidenta de CEPYME), si lo desean, podrán utilizar el catalán en sus intervenciones durante el plenario y las mismas serán traducidas a otros idiomas.

El gobierno español ha cambiado de estrategia para lograr introducir al catalán en las instituciones europeas. Si bien inicialmente el ministro de exteriores, José Manuel Albares, mantuvo una estrategia del todo o nada intentando lograr la equiparación del catalán al resto de lenguas oficiales de los Estados miembros, la oposición casi unánime a la propuesta, por los problemas domésticos que dicha oficialidad podría provocar al resto de gobiernos, al tener casi todos los países miembros lenguas regionales no oficiales en Europa, le ha llevado a buscar vías intermedias.

El primer intento fue presionar a Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, para que se permitiera el uso del catalán en los plenos de Estrasburgo sin tener que aprobar la oficialidad. Desde el Palacio de Santa Cruz se argumentó que dicha medida no tendría coste alguno para las arcas del parlamento, dado que muchos de los traductores de español son catalanes y, por lo tanto, no habría un incremento de plantilla.

Ante las dudas en la presidencia del parlamento, y una vez constatado que es más fácil conseguir que se permita el uso del catalán sin necesidad de oficializarlo como lengua, la nueva estrategia pasa por ir logrando el uso de las lenguas oficiales institución por institución.

Una parte del camino ya está recorrido. Desde 2005 se permite el uso del catalán, vasco, gallego y valenciano en el Comité de las Regiones, ahora presidido por la concejal de Budapest, Kata Tütto, quien cederá en 2027 el cargo al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla.

El catalán, así como otras lenguas regionales españolas y de otros países también pueden usarse por parte de los ciudadanos para dirigirse a las instituciones europeas. Asimismo, las llamadas antenas u oficinas del parlamento y la Comisión Europea en las ciudades que no son capital nacional y que tienen lengua cooficial, como es el caso de Barcelona, también utilizan con normalidad las lenguas regionales.

La estrategia fijada por la Generalitat de Cataluña y el Gobierno es la de lograr la oficialidad por el peso de constatar que muchas instituciones ya usan el catalán con toda normalidad. El esfuerzo que hace el gobierno español por satisfacer a sus socios parlamentarios desde diversas fuentes comunitarias se considera que tiene efectos secundarios para España dado que Bruselas es un mundo de transacciones constantes donde apoyar o permitir una medida siempre tiene una contrapartida y mientras España batalla por la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego, deja de hacer presión sobre otros aspectos de interés para España.

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