Rutas por Barcelona
Los secretos de los pasajes de Barcelona: del que recuerda a una diosa romana al que no sale en los mapas
Un recorrido por algunas de las vías más escondidas de Barcelona, atajos entre calles que guardan mucha historia detrás
Barcelona, como cualquier otra ciudad, tiene sus misterios. Uno de ellos son los diferentes pasajes distribuidos a lo largo y ancho de los diferentes barrios que conectan en secreto calles y avenidas y que están distribuidos por todo el tejido urbano.
Los hay residenciales, señoriales o populares, mientras que otros solo servían para atajar entre dos vías. Alguno, aunque tenga una placa, dejó de existir hace muchos años. Para conocer un poco más esta parte escondida de la ciudad, hemos seleccionado los más representativos en este artículo.
Pasaje de la cadena
Uniría la Ronde Litoral con la calle Balboa. Este pasaje se hizo famoso y transitable cuando se construyó la Plaza de Toros de la Barceloneta, conocida como el Torín. Muy cerca estaba la conocida como Estación de Francia, que, al principio, solo tenía una línea que unía Barcelona con Mataró.
Leyendas de Barcelona
¿La auténtica Virgen de Montserrat está en su montaña o en el centro de Barcelona?
A través de él iba la gente para llegar más rápido de la estación a la plaza de toros. Hoy en día es un espacio interior que no tiene salida. Forma parte de la terraza interior del restaurante Bitácora. También el comercio El Mas dels Arcs lo utiliza como almacén. Sin embargo, aún se puede ver una placa con el nombre del pasaje.
El pasaje sin nombre
Se encuentra en la calle Rocafort número 29. Hay que atravesar el portal de esta casa y avanzar por un pasillo. Al final nos encontramos con un pasaje que cuenta con once casas blancas, de planta y azotea.
Es un pasaje sin nombre, que no aparece en ninguna guía ni en el GPS. Las viviendas tienen apenas 35 metros cuadrados. Se construyeron en 1924 y estaban destinadas para los obreros que trabajaron en la construcción de la Exposición Internacional de 1929.
Pasaje Mistral
Está construido en el barrio del Coll, en el distrito de Gracia, en el Paseo de Nuestra Señora del Coll número 118-120. La entrada es un gran portalón de formas redondeadas y adornado con el típico trencadís de Gaudí. La obra es del arquitecto Salvador Puiggrós Figueras.
A lo largo del pasaje se levantaron 25 viviendas. El terreno era de Joaquín Mistral Lloveras. En estas casas vivían los trabajadores de la antigua cantera del Turó de la Creueta del Coll. Las casa, construidas en 1922, salvan la fuerte pendiente en tres niveles diferentes, disponiendo de rejillas de ventilación.
Pasaje del depósito
Se encuentra en Can Baró, en el distrito de Horta-Guinardó. El gran desnivel se salva con una escalera con 248 peldaños. En la parte superior hay un mirador con una excelente panorámica de Barcelona. Aún encontramos el antiguo depósito de agua, construido en 1870, a 95 metros de altura.
Pasaje de Tubella
Obra llevada a cabo por el arquitecto Antoni Pons en 1925. El pasaje une las calles Evarist Arnús y Novell en el distrito de Les Corts. Consta de 22 casas unifamiliares, de dos plantas, con un pequeño jardín enrejado en la parte delantera y con patio interior. Se pensó para alojar a los técnicos ingleses que trabajaban en la fábrica textil de Joan Tubella.
Pasaje de la Esperanza
Está cerca de la Plaza Virrei Amat en el Nou Barris. Tiene una longitud de 100 metros y se inauguró en 1926. Es peatonal. Allí se construyeron 30 edificios, de los cuales solo quedan 16. Casas de estilo noucentista de planta baja y un patio interior. La construcción de las casas fue iniciativa de la Sociedad Cooperativa de Cargadores y Descargadores de Algodón.
Pasaje de Artemis
Se encuentra entre las calles Olesa y Juan de Garay, en el barrio de Navas. A lo largo del pasaje encontramos una serie de casas, construidas en 1932, con semisótano, piso principal, primera planta con balcón y patio trasero. En la calle los vecinos tienen como adornos de la calle magnolias.
Este vial atraviesa un tramo del antiguo torrente de la Guineu, donde nacía la Font del Cuento. Este torrente dio nombre al barrio del Guinardó. El nombre del pasaje se refiere a la diosa de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres, hermana gemela de Apolo.
Pasaje del Robacols
Lo encontramos en la calle Rossend Nobas número 37, en el barrio de El Clot. Está oculto a primera vista. Está enfrente de los arcos del parque de El Clot y a la izquierda tiene el Mercado de El Clot. Este parque en su tiempo fueron talleres de la RENFE.
Aún conserva nueve casas adosadas, de planta baja y piso. A la izquierda, los antiguos patios. Se edificó en el segundo tercio del siglo XIX y vivían los trabajadores del barrio. No se puede acceder con facilidad, pues los vecinos colocaron una reja.
Pasaje Mallofré
Se construyó entre los años 1860 a 1870. Conecta la calle Mayor de Sarriá número 75, con la del Clos de Sant Francesc. El nombre se debe a Josep Mallofré Trius, un corredor de bolsa del siglo XIX que compró aquellos terrenos a la sociedad de arrieros de Sarriá, al no poder hacer frente al pago de la finca.
Allí construyó tres casas. Una en la calle Mayor, otra en el Clos de Sant Francesc y una en el interior, entre ambas. En medio el pasaje para comunicar ambas calles. Estas casas las construyeron el maestro de obras Joan Freixa Vilardaga y el albañil Carles Baixeras Paulí.
Pasaje de Cataluña
Comunica las calles Industria y Córcega, entre Sant Quintí y Cuenca. Encontramos viviendas de planta baja de estilo noucentista. Son las típicas con la puerta de entrada en el centro y dos ventanas a los lados con reja. El pasaje se inauguró en 1929 y es obra del arquitecto Josep Alemany Juvé (1890-1972).
Alemany fue arquitecto municipal en Santa Coloma de Gramenet y en Sant Just Desvern. Entre las obras que dirigió está el campo de Les Corts del FC Barcelona, la fachada del teatro El Molino, o la reconstrucción de la iglesia de los santos Justo y Pastor, después de la Guerra Civil.