La sobrepoblación de jabalíes desata la alarma social en la comarca alicantina de la Marina Alta

Es una realidad. Y es que la sobrepoblación de jabalíes ya desata la alarma social en la Marina Alta. Desde 2020, se vienen produciendo accidentes en las inmediaciones de la AP-7 a la altura de Ondara debido a los campos yermos o a las carreteras y barrancos sin desbrozar, que se han convertido en las madrigueras donde estos animales se esconden y se reproducen sin parar.

Un fenómeno que no sólo afecta a la biodiversidad local o a la seguridad en las carreteras, sino que también tiene efectos devastadores en la agricultura. Tal es la alarma, que los ayuntamientos de la zona lo tildan ya como plaga y han pedido una reunión a la Consejería de Medio Ambiente.

Primeros pasos

Entre los municipios más afectados se encuentran Vergel y Els Poblets, que fueron los encargados de convocar una reunión de la Red de Alcaldes de la Marina Alta, el organismo que coordina a las 33 ciudades y pueblos que la conforman, para estudiar posibles medidas a adoptar. De hecho, todos estos municipios forman parte del listado que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca elabora sobre la sobreabundancia de jabalíes.

Durante este encuentro, que tuvo lugar la tarde del lunes, el alcalde de Els Poblets, José Luis Mas afirmó que «el río Girona es una autopista para jabalíes», en el que todos los pueblos afincados a su alrededor son grandes víctimas de su paso.

Esto se debe en parte a los incendios en las montañas de la Marina Alta y a la sequía, que ha hecho que los jabalíes hayan bajado a los pueblos y campen a sus anchas, como se puede ver claramente en este vídeo difundido por Pau Masanet, vecino de Denia, en el que se observa a un jabalí corriendo por los aledaños del polideportivo de la localidad.

En la zona de la Marina Alta «hay un alto nivel de vivienda diseminada» lejos del centro urbano, tal como comentaba el alcalde de Els Poblets, por lo que la mayoría de vecinos hacen uso del coche y son numerosos los accidentes de tráfico por culpa de atropellos a jabalíes. De hecho, el último tuvo lugar hace apenas una semana en la carretera que bordea el Montgó en Jávea.

Solo en el parque natural se calcula que viven 308 jabalíes, lo que se traduce en 15 jabalíes por kilómetro cuadrado. Tal como afirmó la Junta Rectora del Montgó, el pasado mes de noviembre, se trata de una «sobrepoblación insoportable para el parque», ya que el límite de sobreabundancia está fijado en seis ejemplares.

Las batidas y las esperas son una de las grandes armas contra estos animales. Sin embargo, el Plan Rector de Uso y Gestión del Montgó (PRUG), aprobado en 2007, prohíbe hacer batidas en este parque natural al estar rodeado de chalés.

Regulación en la caza del jabalí

La Generalitat está sometiendo a información pública el proyecto de la orden por la que se regula la caza y control del jabalí en la Comunidad Valenciana, hasta el próximo 19 de febrero, pudiendo consultarse tanto en el propio portal del Servicio de Caza y Pesca como en el de participación de la Generalitat, tal como anunció el director general de Medio Natural y Animal, Raúl Mérida, el pasado 19 de enero.

Mérida, aseguró que, «han procedido a su actualización, transcurridos más de dos años desde la última actualización, con el objetivo de solventar algunos aspectos que no resultaban prácticos en su aplicación y otras medidas que no venían contempladas ni regladas», como la posibilidad de permitir el cebado controlado en primavera para mejorar la eficacia de las esperas nocturnas, atendiendo así la demanda trasladada por el colectivo de cazadores.

También recordó que la expansión del jabalí hasta los entornos urbanos como urbanizaciones o incluso playas ha creado la necesidad de incorporar, por primera vez, un articulado específico relativo al control de la especie en estos espacios que sirva de base para el desarrollo de un futuro protocolo específico de acción.

Soluciones

Dentro de las soluciones para acabar con este problema, la colocación de jaulas en puntos estratégicos para atraparlos no son tan efectivas como las batidas. Por poner un ejemplo, el alcalde de Pego, Enrique Moll, manifestó en la citada reunión que «en dos años se ha dado caza a más de 1.000 ejemplares en el término municipal de Pego, mientras que con las jaulas solo se capturó a 115».

Finalmente, el conjunto de representantes políticos, llegó a la conclusión de que deben insistir a la Consejería para que elaboren ayudas, programas y mecanismos que reduzcan la superpoblación y también exigir a la Confederación Hidrográfica del Júcar que limpie los ríos.