Fuerzas Armadas | Ejército del Aire  AWACS, así funciona el superavión espía a 9.000 metros de altura

Base Aérea de Albacete. Desde el lunes 13 de febrero y hasta el viernes 3 de marzo se celebra el curso de vuelo FC 2023-1 del Tactical Leadership Programme. Participan 650 personas, de las que 40 saldrán graduadas: 31 pilotos, seis oficiales de inteligencia y tres controladores aéreos. Se trata de uno de los programas más exigentes del Ejército del Aire. Como en otras ocasiones, se forman dos equipos. El primero se denomina Blue Air y en esta ocasión está integrado por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia y EE.UU., con un total de 24 aviones. En el bando oponente, el Red Air, participan ocho aviones, de Alemania, Dinamarca, Grecia y EEUU. Como amenaza antiaérea está prevista la participación de sistemas reales de defensa aérea del Ejército de Tierra y de la Armada, con los sistemas NASAMS y Mistral. Y en medio de todo este impresionante operativo, irrumpe la silueta de un imponente avión de control aéreo de la OTAN. Su nombre completo es Boeing E-3A Airborne Warning & Control System (AWACS).

Se llama AWACS y es una de las «estrellas» de la Alianza Atlántica. Este modernísimo avión es conocido por su inequívoca cúpula de radar montada en el fuselaje. Esta estructura gira una vez cada 10 segundos y proporciona una cobertura de radar de 360 grados, que puede detectar objetivos aéreos a una distancia de más de 215 millas náuticas (400 kilómetros). El E-3A de la OTAN (o AWACS) es un Boeing 707 modificado, equipado con un radar de largo alcance y sensores pasivos. La información recopilada se transmite en tiempo real desde la aeronave a los receptores en tierra, mar o aire.

La OTAN opera una flota de estos aviones destinados a vigilancia aérea, comando y control, gestión del espacio de batalla y comunicaciones. La Base Aérea de Geilenkirchen, en Alemania, alberga 14 aviones AWACS. Tal y como señala la propia Alianza, en circunstancias normales la aeronave opera durante unas ocho horas y media, a 30.000 pies (9.150 metros) y cubre un área de vigilancia de más de 120.000 millas cuadradas (310.798 kilómetros cuadrados). «El avión es capaz de realizar operaciones más largas debido a su capacidad de reabastecimiento de combustible en el aire», afirma.

El avión mide 46,6 metros de largo, 4,5 metros de ancho, tiene una envergadura de 44,43 metros y está propulsado por cuatro motores turborreactores TF-33-PW110A, según las especificaciones técnicas de la OTAN. El denominado rotodomo, el radar móvil circular que rota sobre su eje, tiene un diámetro de 9,1 metros. Una tripulación de vuelo de tres y una tripulación de misión de 12, que se pueden adaptar a la misión asignada, manejan esta sofisticada aeronave.

Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la flota de AWACS monitoriza sistemáticamente el espacio aéreo de la OTAN para asegurar y proteger a los Aliados. En la actualidad, los aviones también están brindando vigilancia en la lucha contra el yihadismo radical de Daesh.

Estos aparatos tienen ya una larga historia, que comenzó en 1982. Tuvieron un papel determinante en los Balcanes, apoyando las resoluciones de las Naciones Unidas y las misiones de la Alianza en Bosnia y Herzegovina y Kosovo durante las operaciones Fuerza Deliberada y Fuerza Aliada. Tras la invasión iraquí de Kuwait en 1990, se desplegaron en el este de Turquía para ayudar a reforzar el flanco sur de la OTAN durante la guerra. En Afganistán, los AWACS llevaron a cabo funciones de vigilancia aérea y gestión táctica de batallas.

Como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de septiembre, los gobiernos de la OTAN solicitaron la capacidad de control y vigilancia aérea que ofrece la Fuerza NAEW&C para ayudar con la seguridad en grandes eventos públicos.

Algunos de estos acontecimientos fueron, por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Verano de 2004 en Grecia, la Copa Mundial de Fútbol de 2006 en Alemania, el Campeonato Europeo de Fútbol de 2012 en Polonia, así como importantes reuniones celebradas por otras organizaciones internacionales como la cumbre del G7 de 2015 en Alemania, la Jornada Mundial de la Juventud de 2016 en Polonia y la cumbre de la UE de 2019 en Rumanía. También estuvo presente en la última cumbre de la OTAN celebrada en Madrid.