Eurofighter, fragatas F-110, submarinos S-80, Dragón, FCAS...  Continuidad para los proyectos estratégicos de la defensa española

El Ministerio de Defensa mantiene la continuidad con Margarita Robles al frente de una cartera que afronta complejos proyectos estratégicos. La convulsión geopolítica tras la invasión rusa de Ucrania, el ataque de Hamás a Israel o el aumento de la tensión entre China y EE.UU. ha sacudido el tablero internacional y ha despertado a la industria de defensa internacional, en general, y de nuestro país en particular. El incremento presupuestario ha sido una tónica general en los países de nuestro entorno. En el caso de España, los Presupuestos Generales del Estado de 2023 incluyen una partida para el Ministerio de Defensa que asciende a 12.827 millones de euros, cifra que representa un incremento del 26,31% respecto a 2022.

En estas circunstancias, la industria de defensa se está reactivando y España desarrolla proyectos de gran complejidad tecnológica. Es el caso de los nuevos submarinos de la clase S-80, cuyo primer sumergible se entregará a la Armada el próximo día 30 y sitúa a España entre los diez países capaces de diseñar y construir submarinos convencionales en todo el mundo. Lo mismo puede decirse del programa de las modernas fragatas F-110 que desarrolla Navantia en la actualidad. O del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR 8x8) Dragón, los nuevos Eurofighter o el futuro sistema de combate aéreo (FCAS) que España desarrolla con Alemania y Francia.

En el caso de las fragatas, la F-110 es una plataforma polivalente que supone un salto tecnológico hacia el buque inteligente. Incorpora tecnologías de la industria 4.0 que lo convertirán en el buque estrella de la Armada española, y contará asimismo con un gemelo digital. El programa de fragatas F-110, cuya orden de ejecución se firmó en 2019, contempla la construcción de cinco unidades por un valor de 4.325 millones de euros. Se trata de buques de «escolta polivalentes», como los define Navantia, que subraya su capacidad antiaérea, antisuperficie y antisubmarina, «pudiendo operar de forma combinada con otras unidades».

El Dragón es uno de los grandes proyectos del Ejército de Tierra, cuyo impacto se cifra en más de 8.700 empleos directos, indirectos e inducidos. El carro de combate incorpora un sistema de «conciencia situacional» que permite una visión de 360º, y un sistema de ayuda a la conducción que agiliza su tránsito por zonas difíciles. Cuenta además con un elevado nivel de protección personal y seguridad en caso de vuelco. Contará, asimismo, con torres remotas dotadas de cañones de 30 mm. Se prevé que al menos 40 de estas torres contarán con lanzadores dobles de misiles Spike LR. El Spike es un misil anti-tanque de alta precisión.

Nuevas amenazas

Por otra parte, la irrupción de nuevas amenazas ha replanteado los sistemas tradicionales de la defensa. Por ejemplo, las denominadas amenazas híbridas, es decir, el uso combinado de operaciones militares abiertas y encubiertas combinadas con instrumentos no militares. En este capítulo se pueden incluir los ciberataques, la desinformación o la guerra económica.

Las campañas de desinformación impulsadas a través de las redes sociales, la difusión masiva de rumores y medias verdades, se han convertido en armas de guerra. Los ciberataques pueden afectar a infraestructuras críticas y poner en jaque a un país. El Departamento de Seguridad Nacional español (DSN) reportó en su informe de 2023 más de 15.000 ciberincidentes a infraestructuras críticas. Del total, 9.321 ataques tuvieron un nivel de peligrosidad alto (el 60,1%), 494 fueron de riesgo muy alto (un 3,2%. Aunque no hubo considerado de nivel de gravedad crítica, los datos revelan la creciente importancia de una defensa adecuada ante este tipo de situaciones.

Con su continuidad al frente de Defensa, Sánchez reconoce a la que es una figura clave de su Ejecutivo y muy valorada por la población. El Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octubre la volvió a situar como la política mejor valorada, por encima de Pedro Sánchez y el resto del Gobierno. Obtuvo un 5,29, y, de hecho, es la única ministra, junto a Nadia Calviño, que aprueba.

La invasión rusa de Ucrania ha sido la prueba más relevante a la que la ministra se ha enfrentado. Se ha encargado de coordinar el envío de ayuda militar al Gobierno de Volodimir Zelenski con los aliados de la OTAN y ante a la oposición de los socios del Gobierno Unidas Podemos, que han rechazado este tipo de ayuda argumentando que no contribuye a la consecución de la paz.

La oposición de los de Ione Belarra al envío de ayuda militar al país europeo abrió una brecha en el Ejecutivo de coalición, cuyas partes se lanzaron reproches varios, pero no llegó a romperlo.