Los belenes artesanales que no puedes dejar de visitar si viajas a Galicia en Navidad
Algunos de ellos incorporan elementos de la vida cotidiana, la historia y el paisaje gallego
En Galicia, la tradición de los belenes artesanales se vive con pasión. Estas representaciones del nacimiento de Jesús, lejos de limitarse a las escenas bíblicas tradicionales, incorporan elementos de la vida cotidiana, la historia y el paisaje gallego, haciendo de cada belén una obra de arte singular.
Cada belén se presenta como una auténtica obra de arte en la que se cuida hasta el más mínimo detalle y cada vez más atraen a curiosos de diferentes lugares convirtiendo su visita en una opción de ocio para disfrutar en familia.
Estos son los más emblemáticos
El Belén de Begonte, en Lugo, es uno de los más destacados de Galicia, y lo que lo convierte en algo realmente especial es su capacidad para parecer lleno de vida.
Este belén está compuesto por figuras animadas electrónicamente que recrean con gran realismo la vida tradicional gallega. En él, los campesinos labran los campos, los pastores cuidan de sus rebaños, los carpinteros y pescadores desempeñan sus labores, y otras profesiones se suman para formar un retrato auténtico de la vida diaria en Galicia.
Cada temporada este Belén se reinventa de modo que los visitantes habituales siempre descubren algo nuevo. Este belén está declarado de Interés Turístico de Galicia.
También en Lugo destaca el Belén gigante de Santa María. Ubicado en Viveiro, este Nacimiento supone una experiencia inversiva para sus visitantes ya que es una recreación a tamaño real todo ello en un entorno que recrea a la perfección la esencia de la vida gallega.
En Santiago de Compostela, el Belén de San Fiz de Solovioque está formado por 500 figuras de barro, piezas móviles, río con agua corriente, el ciclo del día y la noche y diversos efectos especiales de niebla y truenos que enriquecen la representación.
También en la capital gallega es muy conocido y visita ineludible el Belén de Conjo que es uno de los más antiguos de la ciudad, el cual incluye en sus más de 45 metros cúbicos de montaje, 1.100 figuras (110 con movimiento), 210 piezas decorativas y 1.800 puntos de luz, entre otros elementos.
Por otro lado, y ya en la provincia de Pontevedra destaca el Belén artesanal en movimiento de Valga, con más de tres mil figuras, fusiona escenas bíblicas con personajes contemporáneos y gallegos, incluyendo referencias a temas de actualidad, lo que lo convierte en un reflejo vivo de la sociedad.
En Orense, el Belén de Baltar se distingue por su autenticidad. Sus figuras de barro cocido recrean escenas de la vida cotidiana gallega, desde tabernas hasta plazas, logrando un realismo que sorprende a los visitantes.
Otros de los Belenes destacados de Galicia son: El Belén de la Orden Tercera, en Ferrol; el Belén del Colegio de la Grande Obra de Atocha, en La Coruña y el Belén de la Casa de las Artes en Vigo.
Todos estos Belenes expresan la riqueza y variedad de estas representaciones del Nacimiento de Jesús y que contribuyen a preservar y promover el patrimonio cultural y artístico de Galicia, siendo un atractivo único durante las Navidades.