Gasta 3.000 € en marisco para celebrar que se declara mujer y se cambia el nombre en honor de los palestinos
Un cliente de un mercado de La Coruña sorprende con este gesto y dona la comida a la Cocina Económica
Gasta más 3.000 euros en marisco para celebrar que se declara mujer, lo dona a la Cocina Económica y también se cambia el nombre en honor a los palestinos y a los saharauis. Esta es la historia de Xosé Lois Vila López, un cliente de la plaza de Lugo, que sorprendió esta semana a cuatro placeras al comprar todo el género de sus puestos para donarlo por solidaridad.
Lo que parecía una muestra de generosidad extraordinaria, resultó ser además una forma de celebrar un cambio significativo en su vida: convertirse oficialmente en mujer bajo el nombre de Sáhara Gaza, en homenaje al pueblo palestino y gazatí. Así lo relató esta persona en la emisora Radio Voz.
«Pensaba gastarme sobre 3.000 euros, pero lo voy a sobrepasar con creces. Los de la Cocina Económica ya estuvieron aquí, pero al ver la cantidad se asustaron y fueron a buscar una furgoneta», explicó Vila López
Una donación con una historia personal
El acto de generosidad no solo benefició a la Cocina Económica, que recibió 300 kilos de productos frescos de alta calidad, incluidos mariscos. Detrás de este gesto altruista hay una historia personal. Vila López explicó que decidió llamarse Sáhara Gaza en homenaje a los palestinos y gazatíes; un cambio que deseaba realizar desde hacía tiempo.
«Quise cambiar mi nombre en el registro civil, de José Luis a Xose Lois, pero no me lo permitieron. Les advertí que, si no podía hacerlo, cambiaría también de género. Ahora, tras el fallecimiento de mi madrina, lo he hecho y me llamo Sáhara Gaza», explicó.
Para celebrar este paso, Vila López decidió donar los alimentos que compró en el mercado coruñés y compartir un momento con quienes más lo necesitan, afirmando entre risas que comería ese mismo día en la Cocina Económica si lo invitaban.
El camino de Xosé Lois Vila López, ahora Sáhara Gaza, está lleno de historias singulares. Tras un accidente en el Sáhara, él y su esposa optaron por separar sus finanzas. «Me he reservado 70.000 euros, y mi mujer tiene otros 70.000. No tenemos hijos debido a ese accidente, pero tenemos dos pisos. La vida me ha tratado bien, y quiero devolver algo a los demás», afirmó.
Además, Vila López reconoció que este gesto solidario también tenía un componente personal: «Soy solidario con la gente de La Coruña, pero también soy egoísta. Si sigo gastando así, no descarto llegar a arruinarme y terminar en un sitio como la Cocina Económica», comentó entre bromas.
La generosidad de Sáhara Gaza no solo ha marcado un antes y un después en las vidas de quienes se benefician de la Cocina Económica, sino también en las de las placeras del mercado de la Plaza de Lugo. «Les quería dar vacaciones, pero por respeto a sus clientes les pedí que dejaran algo en los mostradores», aseguró.