Miguel de las Cuevas, uno de los nuestros

Cuando Miguel de las Cuevas llegó al Córdoba CF, el club estaba aun en el fútbol profesional. El alicantino arrivaba a. Córdoba, con poco más de 30 años por aquel entonces, con una trayectoria plagada de éxitos, con la punta de lanza de aquel tanto al Madrid de Morurinho que lo alejaba de la Liga de 2011 en beneficio del Barça de Guardiola.

El portugués llevaba nueve años sin perder como entrenador local y el equipo de Manolo Preciado obró el milagro. De las Cuevas no pudo hacerlo para que el Córdoba no bajase a Segunda B y luego a Tercera, pero nadie en Córdoba duda que el que, a la postre, fuera capitán blanquiverde se dejara la piel.

La nave del Córdoba es difícil de guiar y nadie imaginaba que, tras el fulgurante ascenso de Segunda Federación, De las Cuevas fuese a acabar como lo ha hecho, sin ser renovado y con un doblete (ante el Badajoz en el último partido) para poner punto y final a su etapa como blanquiverde.

El atacante, que cumpliía contrato el 30 de junio e hizo un doblete ante el cuadro pacense, señaló entonces sobre su emotivo cambio en el minuto 76 que «ha sido un cúmulo de emociones. No tenía nada preparado, ha salido así». A su vez, De las Cuevas afirmó que «no sé si será mi último partido, esto es fútbol».

En ese sentido, el futbolista alicantino recordó que «nunca se puede decir que será el último, porque aquí también he vivido terminar contrato, irme a mi casa y a los 15 días tener otra oferta». Por eso recalcó que, «siempre que el Córdoba quiera o me necesite, me va a tener. Para mí siempre va a ser una prioridad».

Para el club no lo ha sido, pero De las Cuevas ya es parte de la mejor historia de un club que, en el 80% de su historia, siempre ha estado sufriendo. De las Cuevas es, por tanto, uno de los nuestros.