Dani Ojeda celebra el 2-1 frente al Cartagena
Un proyecto dirigido a permanecer junto a la élite
Con una historia plagada de golpes y descensos administrativos, el Burgos ha terminado asentándose como un aspirante al ascenso a Primera División
El aficionado más añejo seguro que recordará aquel Burgos CF que se convirtió en un equipo más que reconocido en la década de los 70. Fue sin duda su época más dorada. La del ascenso en la 71/72, su posterior descenso y el retorno años más tarde para consolidarse durante cuatro temporadas en la élite con un nombre histórico entre sus filas: Juan Gómez, 'Juanito'. Fue el estandarte del club burgalés antes de que fuera traspasado al Real Madrid y convertirse en un jugador icónico también en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, su descenso a Segunda División y una galopante crisis económica propiciaron su desaparición en 1983.
Vuelta a la carga y a pelear por todo
Hecho ese contexto en la historia, el próximo rival del Córdoba nace refundado en 1985. Tras un periplo largo por el desierto, el club burgalés volvió a pisar el fútbol profesional en la campaña 2001-2002. Y, aunque se salvó de la quema, tuvo que volver a las catacumbas, de nuevo, por problemas económicos. Otro descenso administrativo a las espaldas de un Burgos que, no obstante, supo rehacerse. Eso sí, le costó nada menos que quince años conseguir reinstalarse en el fútbol profesional. El ascenso en 2021, con Julián Calero (actual entrenador del Levante) a los mandos, hizo entrar al club burgalés en una nueva dimensión.
Porque hacía muchísimos años que el Burgos no se consolidaba de esta manera en el fútbol profesional. Y no solo eso sino que, temporada tras temporada, merodea con muchísima insistencia los lugares más altos de la tabla. Dos undécimos puestos seguidos con Calero (21/22 y 22/23) y un noveno con Bolo la pasada campaña han dejado claro que este equipo es algo más que un outsider. Aunque, si no ha peleado todavía por volver a Primera División es porque existe un Burgos en El Plantío y otro lejos de él. Para muestra, un botón: el año pasado, los de Bolo hicieron 44 puntos en casa. Los mismos que el Espanyol, ascendido vía play off, dos menos que el Eibar y solo tres menos que el Valladolid, también ascendido a la élite; sin embargo, lejos de su terreno el rendimiento no es que fuera ligeramente inferior, es que directamente firmó números de descenso: sólo facturó 15 puntos, convirtiéndose en el tercer peor visitante de la categoría, solo por detrás de Villarreal 'B' y Andorra (dos que terminaron descendiendo a Primera Federación).
Curro Sánchez y Fer Niño, grandes amenazas
A falta de lo que pueda llegar hasta El Plantío (el mercado cierra en nueve días), lo que más destaca en el Burgos de esta campaña es el bloque. Y alguna renovación que se ha recibido incluso como un fichaje. Y es que Curro Sánchez, objeto de deseo de muchísimos equipos de la categoría, decidió renovar hasta 2027 con una ficha estratosférica para la categoría. Sobre él gira un equipo que arriba cuenta con los goles de Fer Niño o Edu Espiau y que, además, se ha visto reforzado con la presencia de un futbolista del nivel de Íñigo Córdoba. Además del ex del Fortuna Sittard holandés, al Burgos han llegado este verano el portero Ander Cantero (Racing Ferrol); los defensas David López (Mallorca), Florian Miguel (Oud-Heverlee Leuven) y Anderson Arroyo (Liverpool); y los centrocampistas Iván Morante (Ibiza) y David González (Real Madrid Castilla).
El equipo dirigido por Jon Pérez Bolo volvió a la competición demostrando que en El Plantío cimentará su fortaleza. Ganó remontando a Cartagena (3-1) gracias a las dianas de Fer Niño, Dani Ojeda y Curro Sánchez. El próximo lunes (21:30 horas) se descubrirá si lejos de casa continúa siendo el del año pasado. Sería sin duda una buena noticia para el Córdoba.
