Tiempo de rotaciones... y de cuidar la normativa

Otros siete días para doblar por delante. El Córdoba, casi sin tiempo para respirar después de una victoria de vital importancia frente al Eldense, encara la aparición del torneo del KO con la ilusión de avanzar de ronda, pero sin la necesidad imperiosa de ganar. Más con la obligación por aquello de medirse a un equipo de Segunda Federación, aunque siendo consciente de que donde debe dar el do de pecho es en la competición liguera. Y ahí, por el momento, no falla gracias a un excelso rendimiento como local que le está permitiendo mantenerse alejado de la zona roja de la tabla. Ahora llega el duelo ante el Olot y la duda en el ambiente es si Iván Ania planteará o no muchas rotaciones. Las hará, pero el equipo no sonará tan irreconocible como pudiera pensarse. Lo analizamos.

La gran oportunidad de Jude y la ‘amenaza’ de las fichas del filial

Pero si hay un reclamo evidente para la noche del miércoles, ese es el de Jude Soonsup-Bell. Y no precisamente por lo demostrado hasta el momento sino por las ganas de verlo en acción y comprobar de una vez por todas si el Big Data blanquiverde es fiable o hay que hacerle un par de ajustes para empezar a confiar en él. De momento, en lo poquito que ha participado en liga, ha alternado malas sensaciones con ratitos discretos, por lo que la competición del KO aparece como un gran escaparate para que el inglés demuestre todas aquellas virtudes que hicieron que el Córdoba no dudara en abrirle la puerta del fútbol profesional en una categoría tan exigente como la Segunda División.

Su concurso parece innegociable, pero donde Iván Ania deberá tener especial mimo es con aquello de las fichas profesionales. Porque siempre debe haber sobre el terreno de juego un mínimo de siete jugadores de la primera plantilla, de ahí que haya que ‘jugar’ con los chicos del filial que puedan entrar en la convocatoria. Rotaciones sí, pero con cuidado. Y es que hay que tener en cuenta que, pese a que a todos los efectos Mati Barboza y Ramón Vila sea considerados parte del primer equipo, no cuenta con ficha profesional, por lo que su concurso en Olot cobra especial relevancia. Lo normal sería que aparecieran 8 componentes del equipo A y tres que no tuvieran esa ficha de primer plantel.

Así, lo normal sería que Ania optara por Ramón Vila bajo palos; Albarrán en la derecha después de haber sido suplente ante el Eldense, Mati y quizá Marvel como pareja de centrales y Álex López en la banda izquierda para dar descanso a Calderón. En el doble pivote aparece la figura de Álex Sala, que no jugó el sábado por sanción, y probablemente Xavi Sintes. En la derecha Jude, en la izquierda Yoldi o Aldilson, como enganche Jacobo (tendrá que cumplir en Almería su segundo partido de sanción por la roja en Santander) y arriba Obolskii; es decir, tres jugadores con ficha no profesional teniendo en cuenta que siempre debe haber un mínimo de siete profesionales sobre el campo, por lo que cualquier expulsión podría conllevar al riesgo de alineación indebida si se alinean de inicio a cuatro que no tuvieran ficha de primer equipo.

La competición de las noches para el recuerdo

La Copa siempre es especial. Más aún para un Córdoba que se ha caracterizado por escribir páginas de oro en su historia, precisamente, por su rendimiento en la competición. Noches para el recuerdo como aquella en El Arcángel contra el Espanyol, el FC Barcelona o la eliminatoria ante la Real Sociedad. Por no hablar del ‘subidón’ copero de la 2001-2002, donde el Córdoba llegó hasta los cuartos de final. Y todo parecía encaminado a las semifinales, pero el sorprendente Figueres ganó 0-2 en el coliseo ribereño y empató sin goles en su estadio para avanzar hasta la penúltima ronda, donde ya nada pudo hacer frente al Deportivo. Los gallegos, a la postre, terminaron alzando el título en el Bernabéu y ante el Real Madrid. Justo en la noche del ‘Centenariazo’. La Copa siempre da momentos inolvidables y, para el Córdoba, el primero de ellos puede comenzar el próximo miércoles en Olot.