Ay, las monjitas
Como no respetan -ni les gusta- la libertad de los demás uniformizan al contrario, negándole el derecho a conformar una pluralidad
El presidente del CIS, José Félix Tezanos, le ha hecho esta semana un favor a un buen número de sus conmilitantes socialistas al decir lo que muchos piensan y pocos tienen el valor de decir. Como es sabido, el PSOE es un partido de retuiteo, en el que se busca que alguien piense por ti, tú lo rebotas y así «lejos de nosotros la funesta manía de pensar», como dijo aquella Universidad de Cervera sometida, como el PSOE, a un poder unipersonal y omnímodo.
Tezanos, en esta ocasión, ha pensado por aquellos socialistas que están convencidos de que los españoles votan mal cada vez que gana el PP y él, que como sociólogo tiene que barajar unas claves que se nos escapan al resto de mortales, va y desbarra con un comentario muy digno de haberse escapado de Forocoches al culpar a las monjitas de la victoria del PP en Galicia.
Lo mismo que en cualquier concentración constitucionalista hay una cámara de determinada cadena de televisión buscando y rebuscando a alguien que lleve, al menos, un llavero con la bandera de España y el pollo, igual ocurre en las elecciones. Cuando se abren las urnas, hay apoderados e interventores del PSOE que se movilizan para no perder de vista a ninguna de las monjitas que cruzan el umbral del colegio electoral. Las persiguen para ver si echan dos sobres en vez de uno o para que en la cola no le cambien a nadie la papeleta.
Tezanos, al que se le supone una formación para hacer lo contrario, eleva la anécdota a categoría general y sólo percibe la realidad a través del filtro del estereotipo o del tópico. Para él, como para muchos socialistas, todas las monjitas son iguales. Como no respetan -ni les gusta- la libertad de los demás uniformizan al contrario, negándole el derecho a conformar una pluralidad. Por esto, para ellos, todas las monjitas son iguales: ultracatólicas, de derechas (fascistas) y seguidoras de Los del Río y de José Manuel Soto. El abanico real que componen las monjas es tan amplio que cualquier progre se asustaría al ver que lo mismo leen a Ratzinger que a Pagola. Porque son libres.
Acusar a las monjitas de propiciar el triunfo del PP en las recientes elecciones gallegas, como ha hecho Tezanos, no sólo es una salida de tono torpe y primitiva, sino que también desvela el momento interno en que se encuentra el PSOE. Si el sociólogo de cabecera de los socialista está así, cómo no va estar el resto. Imaginen.
La salida de tono de Tezanos podía quedar en un exabrupto más de los que a diario se escuchan en el hediondo lodazal de la política, pero no es así. Su frase, tan desafortunada como inexacta, podía quedar en un ejercicio voluntario de aerofagia de no ser por la repercusión que ha tenido. Porque del sociólogo de cabecera del PSOE ya no nos reímos solamente en España con sus carísimos vaticinios del CIS, sino que ya lo hacen fuera de nuestras fronteras. Esta semana, nada menos que The Times titulaba: «Un encuestador estatal con costumbre de cometer errores culpa a las monjas de distorsionar el voto». Hasta en el Reino Unido lo han calado.