Monseñor Demetrio Fernández

Monseñor Demetrio FernándezDiócesis de Córdoba

«Anda, tu fe te ha salvado»

El prelado explica en su carta semanal el pasaje evangélico del ciego Bartimeo

El pasaje evangélico de Bartimeo, presente en las lecturas de este domingo, es el eje sobre el que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, escribe su carta semanal dedicada a la potencia de la oración.

Bartimeo pierda la vista y «la ceguera le tenía descartado de la sociedad, estaba al borde del camino, en la cuneta de la vida, pidiendo limosna para sobrevivir». Es entonces cuando un día, al pasar un grupo numeroso de personas, gritó: «Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí». A partir de ahí se desarrolla el conocido y breve diálogo en el que Cristo le dice «anda, tu fe te ha salvado» y Bartimeo recobra la vista.

El obispo explica que «los milagros los hace Dios, los hace Jesús, porque es Dios. Pero sólo los hace si encuentra fe. Dios no hace milagros al tuntún, tiene que haber alguien que tenga fe, que lo pida».

Retiros juveniles

También recuerda que hay unos retiros para jóvenes cuya dinámica sigue el pasaje de Bartimeo. «Son jóvenes, chicos y chicas, para los que la fe recibida de sus padres, de su parroquia, de su cole o de su grupo de confirmación se les va quedando pequeña y no tiene fuerzas para enfrentarse al ambiente hostil que les rodea». A lo largo del retiro repiten «Señor, que vea» y «el milagro se repite en tantos y tantos jóvenes que hacen este retiro, a los que Jesús devuelve la fe».

Demetrio Fernández explica que el catolicismo consiste en ver a Jesús con los ojos de la fe, «un don de Dios, que Dios está deseando dar al que se lo pide con humildad». Por eso, con motivo de estos retiros Bartimeo, «somos invitados a intensificar nuestra oración, pidiendo a Jesús que conceda la 'vista' a todos estos jóvenes, que les conceda el don de la fe y puedan seguirlo por el camino».

El prelado termina su carta semanal insistiendo en la importancia de la oración y pide que se ore por los jóvenes «insistentemente». Recuerda la reciente peregrinación juvenil al Monasterio de Guadalupe, que anualmente organiza la Diócesis de Córdoba, «y han vuelto a realizarse estos milagros de fe en muchos jóvenes, que iban con la fe mortecina», porque «no se trata de ponerles normas y normas. Se trata de que 'vean' a Jesús, y cuando le conocen a fondo se pondrán a seguirle por el camino».

Pueden leer íntegramente la carta semanal en este enlace.

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