19936: El Gordo de Navidad cayó en Córdoba en 1963 por primera vez
La suerte repartió 69 millones de pesetas y casi la mitad correspondió a pequeñas participaciones
Lluvia de millones sobre Córdoba´. Así se titulaba el despacho servido vía telefónica por el corresponsal de ABC en nuestra ciudad, a la sazón Francisco Quesada, (sí, el que desapareció del callejero) en el que informaba sobre el acontecimiento que habría de cambiar la vida de unos cuantos afortunados. Y no era para menos. Era la primera vez que el primer premio del sorteo de Navidad de la Lotería Nacional caía en Córdoba, desde su creación 150 años atrás. Al menos una parte del «gordo».
Fue el 21 de diciembre de 1963, no el 22 al caer éste en domingo. Rebobinemos la película de los hechos y trasladémonos hasta aquel feliz día gracias al capricho de un bombo y unas bolitas en un sorteo que se inició a las 08:25 y que a las 11:56 dio el alegrón de sus vidas a un buen número de cordobeses.
«Día de verdadero júbilo ha sido el de hoy para Córdoba, a la que por primera vez en la larga historia de la Lotería Nacional, le ha correspondido el premio gordo del sorteo de Navidad, bajo la bonita lámina del 19936, que ha reportado a muchos cordobeses abundante lluvia de miles de pesetas hasta totalizar 69 millones. De esta cantidad, 37.500.000 pesetas provienen de las series vendidas por la administración número 3 de la calle del Marqués de Boil, que regenta doña Emilia Zurita González; 30 millones más, de los ocho décimos que en participaciones de 2,50 distribuyó el Colegio de la Milagrosa de la calle de Don Tomás, regido por las Hijas de San Vicente de Paúl, entre su alumnado. El número coincidente con el vendido en Córdoba lo adquirió en Madrid en la administración “La Cayetana» de la calle de Alcalá, sor Aurora“.
La suerte que trajo sor Aurora, cifrada en 30 millones de pesetas de 1963, junto con los boletos vendidos en la administración lotera, provocaron imágenes que nos son ahora muy familiares cada 22 de diciembre, solo que ahora están regadas de cava y son carne de unidad móvil de cualquier televisión.
«Al tenerse noticia por la mañana de que el premio gordo había correspondido a Córdoba, se produjo verdadero júbilo en las calles, casinos y bares. Por la calle del Marqués de Boil era imposible dar un paso, ya que los afortunados querían conocer por boca del lotero la veracidad de la noticia». No hay que olvidar que el sorteo era masivamente seguido por la radio ya que la señal de televisión acababa de llegar a Córdoba y el número de televisores era casi testimonial. Para más inri, el sábado era día laborable y uno no tenía más remedio que estar más pendiente del tajo que de los niños de San Ildefonso y su monocorde cántico.
«Hasta ahora, diez de la noche -prosigue el periodista Francisco Quesada- no se conocen detalles exactos de muchos de los agraciados. Sólo se sabe que el premio está muy repartido en participaciones de 2,50, 5 y 10 pesetas, y que un billete fue adquirido por don Rafael Díaz García, afecto a la fábrica de porcelana, que lo juega en unión de nueve compañeros. En total les han correspondido tres millones y medio». Después de desvelar el nombre de varios afortunados, como un practicante militar que jugaba las papeletas de La Milagrosa y al que le tocaba cobrar 1.400.000 pesetas, un piconero que poseía dos décimos y el empresario cinematográfico Sánchez Ramade, Quesada se hace eco de la apertura de una oficina permanente de una entidad bancaria para hacer efectivos los décimos premiados. Y es que es bien sabido que los grandes afortunados tras un sorteo no son los propios ganadores, sino los bancos, los que venden pisos, cambian cocinas o venden coches…
No acabó ahí la suerte de la ciudad, ya que “además del gordo han correspondido a Córdoba dos premios menores: uno de un millón y otro de quinientas mil pesetas. Para ser la primera vez que el gordo de Navidad ha mostrado preferencia por Córdoba, no está del todo mal“. Nada mal, la verdad.
151 años después de la celebración del primer sorteo de Navidad, la suerte se fijó en Córdoba, como volvería a hacer en 1978, al coger un buen pellizco del premio gordo. Aunque en el recuerdo de todos ha quedado para siempre el segundo premio que repartió la cadena de supermercados Deza el 22 de diciembre de 1992, hace ahora 32 años, y que dejó en la ciudad la barbaridad de 15.120 millones de pesetas. Mareante. Entonces y ahora, incluso con la conversión de la cifra a euros. ¿Recuerdan el número? El 42.890.