
Dehesa Espadañal, entre Navalmoral de la Mata y Casatejada, en Cáceres
El megaproyecto hotelero que pone a Extremadura en el mapa del lujo internacional
El grupo hongkonés Rosewood gestionará un complejo hotelero de gran lujo en una finca en Cáceres de 2.000 hectáreas con una inversión de 450 millones de euros
La dehesa extremeña es la nueva Toscana. Este podría ser el argumento utilizado en una reunión en un moderno rascacielos de Hong-Kong para involucrar a uno de los primeros espadas del lujo mundial, Rosewood, en un ambicioso proyecto situado en una región a 10.000 kilómetros de su cuartel general, de la que tal vez nunca habían oído hablar con anterioridad. Aunque el grupo presidido por la enérgica Sonia Cheng no se ha pronunciado aún al respecto de manera oficial, la noticia ha sido dada a conocer por la presidenta de la Comunidad de Extremadura, María Guardiola, tras la firma del convenio entre las partes implicadas en una operación turística de una magnitud sin precedentes en la «España rural». No hace falta mucha imaginación para pensar que es un día que la dirigente popular guardará para siempre en la memoria. Mr. Marshall ha parado esta vez en pleno campo extremeño.

María Guardiola en la firma del protocolo
La marca Rosewood es capaz de poner en el tablero del lujo con mayúsculas cualquier destino, cualquier propiedad y convertirlo en sinónimo de un lugar que merece visitarse, una experiencia que merece ser vivida con la seguridad de que no va a decepcionar, más bien todo lo contrario. Da igual que uno sepa o ignore por completo dónde colocar ese lugar correctamente en el mapamundi, porque lo que importa es forma parte de la geografía del lujo. Y Rosewood sabe colocar las chinchetas en ese mapa. En el ramillete de hoteles gestionados por la cadena asiática, cabe destacar, además del madrileño Villa Magna, los emblemáticos Crillon, de París; The Carlyle, de Nueva York o Las Ventanas al Paraíso, en Los Cabos.

Fachada del Rosewood Villa Magna
El proyecto extremeño, denominado por sus gestores Dehesa Espadañal, se presenta como un gran complejo turístico en una finca de dehesa de más de 2.000 hectáreas en pleno corazón del Campo Arañuelo, entre Navalmoral de la Mata y Casatejada, en la provincia de Cáceres. Según señalan sus promotores, se ha elegido esta ubicación por su cercanía a Madrid, pero también a otros enclaves como Cáceres, Trujillo, Yuste, el Jerte o la Vera y su fácil acceso a otros puntos de la región como Mérida. Como ha indicado Guardiola, se trata de «un proyecto único con el mundo rural por bandera», una apuesta «muy seria» por situar a Extremadura en el escaparate internacional de un sector dirigido a un turista con muy alto poder adquisitivo que va a crear valor añadido, y ha recordado que lo habitual en este tipo de turismo es apostar en nuestro país por destinos de playa o de grandes ciudades, «por eso también es un cambio revolucionario».
En realidad, no es el único proyecto de este «cambio revolucionario» que vive Extremadura, que acoge el único hotel de España con tres estrellas y tres llaves Michelin, Atrio. La región protagoniza además dos de las apuestas más cuidadas de Vestige Collection, el ambicioso proyecto turístico de Victor Madera, ligado principalmente a la recuperación y reconversión de patrimonio histórico español. En la actualidad, se encuentra en rehabilitación para su futura apertura como hotel de lujo, el castillo de Azagala, adquirido por Vestige Collection en 2020. Se trata de una fortaleza del siglo XIII situada en Alburquerque (Badajoz), que se encontraba en estado de abandono y se convertirá en un hotel boutique de tan solo 16 habitaciones, restaurante y spa.
Interior de la bodega del Hotel Atrio
Un segundo proyecto de Vestige Collection en Extremadura es fruto de la adquisición por Madera de la célebre finca cacereña Valero, comprada a su entonces propietario, Fernando Falcó, en 2019. Parte de sus más de 4.500 hectáreas se sitúan dentro del parque nacional de Monfragüe, reserva de la Biosfera, una propiedad de extraordinaria belleza y valor medioambiental donde confluyen cuatro ecosistemas: la dehesa, el bosque mediterráneo, los roquedos y la cuenca del Tajo. Finca legendaria para los grandes aficionados a la caza, está también en proceso de convertirse en uno de los mejores resorts rurales de España bajo el sello de Vestige Collection, colección que con frecuencia recibe el apelativo de «los Paradores del Siglo XXI».

Hotel Four Seasons de Madrid
Por lo que respecta al proyecto de Rosewood, ha trascendido que contará con un con un hotel boutique de 65 habitaciones y 150 villas rurales para estancias temporales y residenciales, con posibilidad de ser adquiridas en propiedad y con la ventaja para sus dueños de disfrutar de los servicios de Rosewood. Esta fórmula se conoce técnicamente como «branded residences», mecanismo que gana popularidad entre fondos, gestores inmobiliarios y grandes marcas hoteleras como modo de revalorizar sus proyectos y de recuperar en menor plazo parte de las grandes inversiones que requieren este tipo de proyectos. Dehesa Espadañal cuenta con Blasson como empresa gestora del proyecto inmobiliario y principal firma inversora, y acredita experiencia en iniciativas similares como Four Seasons Madrid, Mandarin Oriental Residences, también de Madrid, las residencias de OWO en Londres y los proyectos hoteleros de Grand Hyatt Barcelona. Fuentes consultadas por El Debate han destacado el elevado número de residencias o villas rurales ligadas al proyecto, que casi triplica el número de habitaciones del hotel, de confirmarse los datos facilitados. Sus promotores, al respecto, aseguran que el complejo lleva aparejada una «edificabilidad mínima» (el 2% sobre toda la superficie de la finca) para garantizar que el equilibrio natural y el estilo de vida en plena naturaleza «se mantenga intacto». Participa también en el proyecto la firma Benbros, de los hermanos Benjumea, conocida en la región extremeña por su proyecto relacionado con la fabricación de diamantes artificiales.
Aunque ninguno de los presentes en la firma ha querido ofrecer plazos concretos, se baraja que la fase de construcción se extienda al menos unos 24 meses y sobre la tramitación, Guardiola ha destacado que ya se está ultimando el expediente para su declaración como Proyecto de Interés Autonómico. No parece probable que el proyecto vea la luz, por tanto, antes de 2028.