Cuatro razones para acudir a la Marcha Sí a la Vida este domingo 23 de marzo

Madrid vuelve a salir a la calle en la defensa por la vida. La Plataforma Sí a la Vida, integrada por más de 500 asociaciones y entidades en defensa de la vida, convocaba este domingo 23 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Vida, que se conmemora cada 25 de marzo.

La marcha comenzará a las 12:00 horas en la calle Serrano de Madrid (esquina con la calle Goya) hasta el Paseo de Recoletos, recorriendo las calles Serrano, Alcalá y Paseo de Recoletos hasta llegar al número 18 del mismo, donde estará ubicado el escenario sobre el que se realizará el acto de lectura del manifiesto final de la organización. Habrá también testimonios y música en directo, además de realizar un minuto de silencio y suelta de globos en recuerdo de los no nacidos.

El objetivo primordial: la defensa de la vida y la dignidad de cada ser humano, desde su concepción hasta la muerte natural. Bajo esta premisa, caben diversas realidades. Algunas tan actuales como la guerra o el terrorismo y otras tan latentes como la enfermedad, la discapacidad o el embarazo. Por todo ello, la cita de este domingo es vital para el futuro de nuestro país, con cuatro motivos principales por lo que se debe acudir a la llamada de este domingo:

Respeto a la vida y la dignidad

Este 2025, miles de personas saldrán un año más a la calle con fuerza para celebrar la vida en un acto ya consolidado en España, que va creciendo cada año en número de asistentes. Cada vez son más los jóvenes que deciden aventurarse en este compromiso, en la defensa y el respeto a la vida. En esta ocasión, se pedirá respeto por la dignidad de todas las personas y se mostrará el rechazo a las leyes aprobadas en estos últimos años en nuestro país, que atentan directamente contra la vida humana.

Un momento crucial

Esta concentración es más necesaria ahora que nunca, justo cuando nuestro país vecino se ha convertido en la primera nación del mundo en blindar el derecho al aborto en su Constitución. Una decisión, cuanto menos controvertida, que Emmanuel Macron ha pretendido elevar al máximo organismo europeo. El presidente francés abogó por la inscripción del aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

Una práctica económicamente inviable

Las 103.097 interrupciones registradas en 2023 –último año del que hay registros– costaron en nuestro país más de 37 millones de euros. En concreto, el número de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España durante 2023 aumentó un 4,8 % respecto al año anterior y un 8,7 % más que en 2014, cuando se registraron 94.796 abortos. La aprobación de la última ley del aborto trajo pérdidas económicas por valor de 45,2 millones de euros cada año, según el Sistema Nacional de Salud y solo teniendo en cuenta las operaciones quirúrgicas de extraer el feto.

Una apuesta por el futuro

El aborto es la derrota más absoluta de una sociedad. Se mire como se mire, es la escenificación más clara del fracaso, por mucho que la ideología woke y el feminismo más moderno –y radical– nos intenten convencer de las ventajas que conlleva este supuesto 'triunfo'.

Una sociedad sin niños es, de igual manera, una sociedad destinada al fracaso. Con la esperanza de vida cada vez más alta y con unos datos de nacimiento que rozan lo catastrófico, la cultura de la muerte no hace otra cosa que alentar la gran derrota de nuestro país. En definitiva, un problema generacional que, de continuar así, significará el retroceso de nuestro país hasta niveles insospechados.