La tragedia que cambió la vida de Marcos Alonso

El jueves 9 de febrero amanecía con la triste noticia del fallecimiento de Marcos Alonso. El mítico jugador del Barcelona entre 1982 y 1987 que también militó en el Atlético de Madrid en dos etapas llevaba dos años luchando contra una larga enfermedad. Heredó el talento de su padre, el también jugador internacional Marcos Alonso Imaz, más conocido como Marquitos, ganador de cinco copas de Europa con el Real Madrid. La pasión por el deporte también se trasladó una generación más y su hijo, también del mismo nombre, se convirtió en la promesa del fútbol español hace una década.

Desde su salida del Racing de Santander en 1991, Marcos Alonso siguió vinculado al fútbol en dos vertientes: como técnico de distintos clubs y como mejor apoyo de su hijo, también Marcos Alonso Mendoza. La pasión por el deporte se trasladó una generación más y, aunque ahora juega en el F.C Barcelona, la vida del tercer miembro de la reconocida familia de futbolistas estuvo marcada por una tragedia personal.

Salido de la cantera del Real Madrid, empezó a desarrollar su carrera profesional en el extranjero, pasando por el Sunderland y el Bolton inglés. Precisamente, en uno de los descansos que le dio este último club, sufrió grave accidente de coche en Madrid. Sucedió en la confluencia de las calles Sinesio Delgado y Ribadavia. A las siete y media de la mañana del 2 de mayo de 2011, el coche que él conducía circulaba por Sinesio Delgado hacia el Paseo de la Castellana cuando salió de la vía, cruzó el carril contrario, volcó y acabó colisionando con un muro de piedra en la confluencia de esa vía con la calle Ribadavia. Junto al jugador, viajaban otros cuatro jóvenes de entre 18 y 20 años.

Tras el siniestro, el lateral zurdo, hijo y nieto de futbolistas, dio 0,45 de alcohol en sangre –a partir de 0,25 se da positivo– en el primer control de alcoholemia, pero no se ha sometido al segundo porque sufría una crisis de ansiedad y pidió que se realice un análisis de sangre. También iba a 112,8 km/h, cuando el máximo permitido era de 50 km/h

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid tuvieron que rescatar a tres de los jóvenes del interior y el Samur atendió a los cinco, uno de ellos, una chica, herida muy grave en un principio, dos graves, otro menos grave y uno leve. La herida más grave fue la propia novia del futbolista que sufría un traumatismo craneoecefálico severo y que fue trasladada a La Paz en estado muy grave, donde murió media hora después.

Tras el accidente, Marcos Alonso fue detenido y se le imputaron tres delitos: homicidio imprudente, conducción temeraria y delito contra la seguridad vial. Casi cinco años después del accidente, una sentencia del Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid impuso al futbolista tres años, cuatro meses y un día de privación del permiso de conducir y una multa económica.

La pena de cárcel que se pedía –un año y nueve meses– finalmente fue conmutada por una multa que equivalía al doble de la pena de prisión. El jugador tuvo que pagar algo más de 60.000 euros, además de los 200.000 que dio voluntariamente a los padres y hermanos de la víctima mortal del accidente, que sirvió de atenuante, y otros 300.000 que acordaron las partes. Marcos reconoció en todo momento los tres delitos que se le imputaban.

Perteneciente a la cuadrilla de amigos de Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, hijo de la Infanta Elena, y Gonzalo Caballero, Marcos Alonso esquivó el fútbol español hasta que fichó el pasado verano abandonó el Chelsea después de pasar por la Fiorentina y se incorporó al F.C Barcelona.