Quién es Timothy Laurence, el marido en la sombra de la Princesa Ana

El accidente de la Princesa Ana con uno de sus caballos en su finca de la campiña inglesa de Gatombe Park ha sumido en una nueva preocupación al pueblo británico, que es testigo de cómo cada Windsor va cayendo como una baraja de naipes por distintas enfermedades. Si primero fueron Carlos III y Kate Middleton, aquejados de cáncer, y después de la Reina Camilla, por agotamiento, ahora ha sido el turno del miembro más discreto de la Familia Real.

Su Alteza Real se recupera en el hospital de Bristol, especializado en afecciones neurológicas, de varias heridas leves y una conmoción cerebral. Aunque Buckingham no lo ha confirmado, en principio, la Princesa sufrió el golpe de un caballo con su cabeza o una de sus patas mientras caminaba por los terrenos de su mansión en el condado de Gloucestershire.

El incidente se produjo el domingo por la tarde, cuando la hermana de Carlos III se encontraba acompañada de sus hijos, Zara Tindall y Peter Phillips, y su marido, Timothy Laurence, a quien muchos consideran el miembro más desconocido de la Familia Real. Conduce su propio coche, no tiene cuerpo de seguridad y eleva el grado de discreción de su mujer a límites insospechados.

Conociendo el historial de los Windsor con el drama, la Princesa Ana no iba a quedarse atrás con el suyo propio y se enamoró de Laurence mientras aún estaba casada con el capitán Mark Phillips. Por aquel entonces, ya se rumoreaba que la pareja tenía vínculos sentimentales más allá del matrimonio. La royal con el policía Peter Cross –con quien mantuvo un fogoso romance que no llegó a confirmarse– y el capitán con la profesora de arte Heather Honkin.

De hecho, 1985, Phillips tuvo una hija fruto de una relación extramarital. Aunque tardó varios años más en reconocerla oficialmente, el pueblo británico conocía a ciencia cierta su paternidad. Los medios aseguraron que incluso llegó a pagarle alrededor de 80.000 libras anuales para comprar su silencio.

Finalmente, la Princesa Ana firmó su divorcio de Phillips el 23 de abril de 1992 y ese mismo año contrajo matrimonio con Timothy Laurence, quien había sustituido como amante al mencionado policía. Todo estalló cuando se revelaron las cartas de amor que ambos se escribieron durante años y que desaparecieron de la habitación de la Princesa de forma misteriosa.

Aunque nunca se ha llegado a confirmar cómo se conocieron, la creencia popular es que fue en su etapa de comandante de la Royal Navy, mientras prestaba servicio en el Royal Yacht Britannia. Se casaron en un pequeño servicio privado con solo 30 invitados en Crathie Kirk, cerca de Balmoral, el 12 de diciembre de 1992. En ese momento, la iglesia de Inglaterra no permitía que las personas divorciadas se volvieran a casar mientras sus excónyuges siguiesen vivos, por lo que se vieron obligados a escoger Escocia.

Laurence sirvió y comandó numerosos barcos a lo largo de su carrera (fue ascendido a capitán en 1995), incluidos el HMS Cumberland y el HMS Montrose. A lo largo de los años 90 también trabajó para el Ministerio de Defensa del Reino Unido, como asistente militar del Secretario de Estado de Defensa y en Strategic Defense Review.

También fue nombrado escudero de la Reina Isabel. Aunque Laurence no recibió título nobiliario después de su matrimonio, la Reina Isabel lo nombró Caballero Comandante de la Real Orden Victoriana en 2011. En un principio vivieron en un discreto apartamento de Dolphin Square en Londres, aunque, poco después, se trasladaron a Gatombe Park, propiedad que fue el regalo de bodas de la Reina Isabel en su primera boda con Phillips.

Allí habitan en la tranquilidad de la campiña inglesa y rodeados de caballos, la gran pasión de Ana, pero no de Timothy, que no encuentra ningún placer en montar al equino. «Ella creció con caballos, han sido parte de su vida, pero no de la mía. Lamentablemente nunca me ha picado el virus de los caballos», explicó en una de las pocas entrevistas que ha concedido en estos 30 años de matrimonio.

Paradójicamente, también dedicó palabras al exmarido de su mujer, el capitán Mark Phillips: «Es bastante divertido que se haya casado primero con un oficial del ejército y, luego, con un oficial de la marina. Debe haber algo en el ejército que la atraiga», confesó.