La Princesa Kalina de Bulgaria revela el secreto de su cuerpo de acero

En el emocionante mundo del fitness, dos figuras reales destacan por su dedicación y logros impresionantes: la Reina Letizia y la sorprendente Kalina de Bulgaria. Recientemente, la princesa ha acaparado todas las miradas al lucir sus brazos musculosos en una aparición pública, cuando acudió junto a su familia al servicio funerario del rey Fernando I de Bulgaria en el Palacio Vrana de Sofía, desencadenando una avalancha de comentarios desde entonces.

A lo largo de su vida, la princesa ha experimentado varias transformaciones, desde su emblemático corte de cabello rubio en 1991 hasta cambios notables en su rostro y figura. Hoy, a sus 52 años, ha esculpido su físico a través de años de entrenamiento intenso. Aunque sus brazos no siempre fueron tan desarrollados, su determinación ha dado frutos notorios que no han pasado desapercibidos. En una entrevista sincera con Hola, Kalina expresó su sorpresa por la atención que ha generado su imagen: «No me lo esperaba. En el siglo XXI, la forma física de una mujer no debería ser motivo de tanta atención», dice contundente.

Harta de las especulaciones, apodada como la «princesa atleta», ha defendido los beneficios del entrenamiento con pesas y un estilo de vida saludable. «Quizás nos recuerde a los culturistas obsesionados con los músculos voluminosos, pero esa imagen ya es cosa del pasado», comentó, subrayando la importancia del entrenamiento de resistencia para mantener una buena salud a largo plazo.

Kalina revela su fórmula de éxito al citado medio: cuatro días a la semana, el gimnasio es su campo de batalla, donde domina con precisión cada grupo muscular.

Los lunes y jueves, desafía su sección media con abdominales, piernas, dorsales, tríceps y glúteos. Los martes y viernes, redobla la apuesta con intensas rutinas centradas en abdominales, pectorales, hombros, bíceps y glúteos. Cada sesión incluye cuatro series de 12 repeticiones, manejando cargas serias como 70 kilos en ejercicios de dorsal y 30 kilos con mancuernas para hombros, además de 'curl' de bíceps con 20 kilos.

Pero no se detiene ahí. Kalina equilibra esta dedicación con salidas al aire libre que revitalizan su vínculo con la naturaleza. «Cada día, madrugo para llevar a mi perro a caminatas de hasta cuatro horas por la montaña. Y dos veces por semana, libero adrenalina corriendo durante 30 minutos», confiesa con entusiasmo. Además, su espíritu deportivo se extiende al esquí (tanto en nieve como acuático), kitesurf y equitación, actividades que no solo complementan su entrenamiento, sino que también encarnan su pasión por la aventura y un estilo de vida activo.

«Para mí, el fitness es buscar equilibrio y armonía. 'Mens sana in corpore sano'. Si no entreno, no me siento bien. Es una cuestión de salud, bienestar y felicidad», añadió la princesa, resaltando el papel crucial del ejercicio en su vida diaria. Con su enfoque decidido, Kalina continúa inspirando a mujeres de todo el mundo a adoptar un estilo de vida activo y saludable. Su ejemplo demuestra que el fitness real va más allá de lo estético; es un compromiso con el bienestar integral, una lección valiosa para todos.

Nacida en Madrid en 1972, Kalina es la quinta y única hija de Simeón II, el último zar de Bulgaria, y su esposa, Margarita. En 2002, se casó con Antonio José 'Kitín' Muñoz, navegante español y Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO. Cinco años después, la pareja tuvo su único hijo, a quien bautizaron con el nombre del padre de la princesa. Actualmente, residen cerca de Sofía, junto al bosque de Vitosha.