Los prósperos negocios de Adriana Abascal

L a bella modelo mexicana que nació hace 54 años en el mismo lugar que su amiga, la actriz Salma Hayek, Veracruz, y que como ella, tiene una vida sentimental muy agitada, es también una empresaria de éxito.

Arte contemporáneo, negocios inmobiliarios, temas de comunicación y el diseño de zapatos y botas de piel fabricadas en Italia son algunas de las muchas tareas que tiene entre manos Adriana Abascal. Es disciplinada y exigente consigo misma y con sus equipos de trabajo. Desafiante, arrolladora y perfeccionista al máximo.

Tres hijos

La popular Miss Veracruz saltó a la fama en España cuando se casó con el mejor amigo de colegio José María Aznar, Juan Villalonga Navarro —padre de sus tres hijos— tras haber enviudado del fundador de Televisa conocido como El Tigre, Emilio Azcárraga, del que heredó una importante fortuna, entre otras cosas una mansión en Los Ángeles y un yate y muchos conocimientos de la vida y de arte que le sirven para negociar con su colección. Adriana ahora ha vuelto a las portadas de la prensa tras su nuevo romance con el Príncipe Manuel Filiberto de Saboya. Es muy enamoradiza y también una mujer de negocios que ha hecho de la calidad y de la constancia sus banderas.

Desde hace cuatro años, Adriana Abascal regenta Maison Skorpios, una firma de complementos de piel que diseña ella misma con mucho mimo. «Inspirándose en su educación cosmopolita, sus viajes y su amor por el arte y la arquitectura, diseña colecciones de calzado de lujo para mujeres modernas y aceleradas que no quieren elegir entre comodidad y elegancia», escribe la empresaria mexicana sobre la firma. Sus diseños de botas son algunas de las que luce Lily Collins en la serie de Neflix, 'Emily in Paris'. Piezas de colores que son muy buscadas y que la han catapultado a la fama como diseñadora.

Es embajadora de sus propios productos. Adriana es amante del lujo, es sexy, simpática y ambiciosa. Su vida amorosa es intensa. Tres matrimonios, tres hijos, y muchas mudanzas con compra - venta de mansiones y algún que otro novio por el camino. De México a Los Angeles, Londres y París, su ciudad adoptiva, y donde residía con su tercer marido Enmanuel Schreder. No perdona sus escapadas por España, un destino que le encanta y visita a menudo. Acaba de pasearse por Sevilla donde desfiló luciendo un traje de gitana diseñado por su amiga Rocío Peralta y donde presentó a su nuevo novio en sociedad. Todo lo hace a lo grande, su firma de zapatos también.

La vida de Adriana Abascal es fascinante y es un constante aprendizaje. Habla varios idiomas, entre ellos chino. Le encanta viajar y adora la moda. Vive superándose a diario. Según la autora, María Estévez, cuyo libro Los deseos no son solo palabras, que está inspirado en el personaje de Abascal, la mexicana creció junto a una niñera que le hacía brujería y de esos años aprendió algunas cosas sobre el ocultismo y el tarot. Ella se siente especial, algo «bruja». Siempre lleva agua, plumas y velas, de hecho. Ahora, además de bruja va camino de convertirse en princesa, consorte, eso sí.