Cien años y cien invitados, entre ellos Carmen Martínez-Bordiú

La que fuera, por matrimonio, duquesa de Montealegre y propietaria de la famosa administración de lotería, Doña Manolita de Madrid, llega al centenario el domingo 23 de febrero, pero lo celebra un día antes en su «segunda casa», el Club Puerta de Hierro de Madrid con un cóctel cena a las ocho de la tarde «y sin baile porque ya no estoy para bailes y además a las doce se acaba. No, no exageres que no lo celebro a lo grande. Tan solo con la familia y con unos cuantos amigos porque amigas de mi edad ya no me quedan, todas son más jovenes que yo».

La modestia de María Dolores es parecida a su apretada agenda social, actividad y longevidad, pero lo cierto es que la lista de asistentes es muy apreciada. «Soy una persona normal. Es verdad que me siento bien y estoy bien de cabeza que es lo importante al llegar a esta edad. Es una fiesta muy familiar con todos mis hijos, nietos, bisnietos y con invitados desde los catorce años hasta los cien que cumplo yo. Los bisnietos más pequeños no pueden venir porque en el chalet de arriba, que es donde lo celebramos, no dejan entrar a los más pequeñitos. Aunque mi cumpleaños es el domingo, lo tenemos que celebrar el sábado porque el domingo no dan cenas en Puerta de Hierro, y por eso lo hago el sábado. No creas que será un fiestón de esos de tirar la casa por la ventana, es más bien una fiesta familiar aunque también vengan muchos amigos, de esos que lo son de verdad, aunque de los de mi edad ya no me quedan. Quizás, Macarena Chavarri, que tiene 95 y que sí que es más cercana pero no podrá venir porque a esa edad no quieres salir por la noche».

Dada la edad, el magnífico estado de salud de María Dolores y lo apreciada que es en la sociedad madrileña, contará con sorpresas «me preparan una sorpresa de unos que cantan mejicano porque a mi las canciones mejicanas me gustan mucho, pero entenderás que yo me tengo que sorprender porque quieren que sea sorpresa y se supone que no debo saberlo, pero lo sé. Nadie cree que tengo cien años porque parezco menos y porque tengo buena salud, excepto que he perdido un poco de equilibrio y por eso llevo bastón».

La lista de invitados es acorde con la vida de María Dolores y son esos eventos de la Alta Sociedad, que no trascienden en notas de prensa, selfies, fotocoles o prestamos de trajes. Los invitados acuden con sus galas propias y entre ellas está Carmen Martínez Bordiu «llega mañana (por el sábado del evento). La veo siempre, cada vez que viene a España, que suele ser una vez al mes, y solemos quedar para comer. Yo la quiero como si fuera una hija y también vienen todos los nietos de Carmen Franco, que era mi gran amiga». A ella se añaden el resto de hermanos, los Sartorius, el duque de Gor, Aurora Barroso, «que es la madre de Pepe Barroso», Elena Kirby «que me ha enviado un collar precioso», Paloma Sanz Briz, las Molinero, también está invitada la Infanta Margarita y su marido, el conde del Valle Suchil, el duque de Tarancon, el de Casa Valdés, la marquesa de Aledo, marqués de Valbuena o Ana Satrústegui y lo que me hace muchísima ilusión es que esten todos mis hijos, nietos y bisnietos”.

Lo dicho, María Dolores Bermudez de Castro, duquesa de Montealegre, una mujer entrañable y trabajadora, que tuvo la lucidez de hacerse con la lotería más importante y conocida de España, doña Manolita, en la que estuvo cuarenta años al pie del cañón y se ganó el sobrenombre de «la duquesa lotera», ahora celebra su centenario como se merece, rodeada de afecto.