
J.D. Vance y su mujer, Usha,con su bebé Mirabel
JD Vance, en la intimidad: de su difícil infancia a sus tres hijos
Desde una infancia marcada por el abandono y la pobreza, hasta convertirse en una figura influyente en la política de Estados Unidos
Su historia personal está marcada por los desafíos, las luchas y momentos de transformación. La infancia de James David Vance, nacido en Middletown, Ohio, y criado en Jackson, Kentucky, estuvo lejos de ser fácil. Creció en un entorno de pobreza, con una madre atrapada en una batalla constante contra la drogadicción y un padre que lo abandonó cuando tenía apenas seis años. El vicepresidente de EE.UU., que inicialmente llevaba el nombre de James Donald Bowman, experimentó una vida llena de cambios familiares.
Tras la segunda boda de su madre, pasó a llamarse James David Hamel, y más tarde adoptó su nombre actual. La inestabilidad de su familia, con una madre que se casó en cinco ocasiones, lo llevó a ser criado en gran parte por sus abuelos, Papaw y Mamaw, quienes le proporcionaron el amor, la estabilidad y los valores que le faltaron en su hogar. Fueron ellos quienes le enseñaron la importancia de la familia, la educación y la determinación para salir adelante. Gracias a ellos, Vance pudo encontrar la fuerza necesaria para superar sus dificultades personales.
Tras terminar la escuela secundaria, JD Vance decidió enlistarse en el Cuerpo de Marines. Durante su tiempo en Irak, vivió experiencias que lo marcaron profundamente, pero que también le ayudaron a ver la vida desde una perspectiva más amplia. Al regresar a Estados Unidos, empezó a estudiar en una universidad local de Ohio, pero su gran oportunidad llegó cuando fue admitido en Yale, donde se graduó en Derecho, un logro impresionante considerando su difícil pasado. Además de su éxito académico, Vance también buscó un camino espiritual. A los 35 años, después de un proceso de reflexión personal, decidió bautizarse en la Iglesia Católica. Sin embargo, lo más importante para él no era solo el éxito en los negocios o la política, sino también la familia. Hoy en día, lo que más le enorgullece es ser padre y haber formado la familia que él mismo nunca tuvo.

JD Vance, con su familia, en una feria de Ohio

JD Vance y su mujer Usha
Es común ver en las redes sociales de JD Vance fotos con sus hijos, reflejando su vida familiar. Por ejemplo, en octubre, compartió una imagen con su hijo Vivek, mientras pescaban juntos en el río Kalamazoo, en Saugatuck.
Usha, hija de inmigrantes indios y criada en San Diego, California. En una ocasión, ella habló sobre su marido y dijo: «Solo hay una cosa que hacer para explicar quién es, y es hablar desde el corazón, porque lo amo y estoy aquí a su lado. Y porque sería un gran vicepresidente de Estados Unidos». Usha también ha destacado las raíces humildes de Vance, describiéndolo como un ejemplo perfecto del sueño americano. A pesar de que tienen creencias y hábitos diferentes—ella vegetariana y practicante del hinduismo, él carnívoro y católico—su relación es un reflejo de cómo respetan y valoran sus diferencias.